Un solo árbol produce a diario entre 320 y 360 litros de oxígeno; es decir, que una sola persona al día necesita unos 7.700 litros de oxígeno aproximadamente
Anny Giménez | LA PRENSA DE LARA.- Replantar espacios urbanos urge a la sociedad, hacerle lugar a los árboles en medio del concreto mejoraría la calidad de vida de los ciudadanos y del planeta.
Alicia Figueroa, abogada y ambientalista, asegura que la falta de conocimiento de las consecuencias de la tala indiscriminada y la indiferencia de las autoridades ante estos hechos no les permite dimensionar que sin árboles nos quedaremos sin oxígeno.
Figueroa destaca que solo una persona necesita a diario de 22 árboles para poder respirar mejor. Al permitir que la tala se siga dando sin ningún tipo de control, se está desmejorando la calidad de vida de las personas.
Un solo árbol produce a diario entre 320 y 360 litros de oxígeno; es decir, que una sola persona al día necesita unos 7.700 litros de oxígeno aproximadamente, sin contar los beneficios que los árboles generan en el medio ambiente, como mantener limpios los ríos, brindar refugio a la fauna, además de que un solo árbol disminuye el 10% de la temperatura.
Por su parte, el también ambientalista Francisco Cañizales enfatiza que a todo esto se le suma el hecho de que la Ley de ordenamiento del territorio y la Ley de ordenamiento urbano datan de los años 80, por lo que no están adaptadas a las necesidades ambientales que se están viviendo.
Lo ideal sería reforestar principalmente las zonas donde hay mayor cantidad de personas, como el centro de la ciudad, además de concientizar a las personas y las autoridades para el mayor uso de bicicletas y, tal vez, disminuir el uso de vehículos que, además de contaminar, nos disminuyen la cantidad de oxígeno que respiramos. Por lo que los especialistas indican que por cada vehículo y persona al año se debería sembrar un árbol.
Es por ello que los ambientalistas se mantienen en pie de lucha ante las deforestaciones que se registran en áreas protegidas, como en el Parque Cerro Saroche, donde se les han otorgado permisos para talar el Curarí, nombre común del Acapro, especie arbórea en veda (con prohibición de corte) desde el año 2001, para sacar carbón.