Daimar Díaz | LA PRENSA de Lara – En alusión al tradicional velorio de la Cruz de Mayo, los guaros decoraron sus casas con cruces y pequeños altares para conmemorar esta manifestación cultural y religiosa de la nación, y además pedir por la sanidad de los enfermos.
Algunas iglesias de la ciudad optaron por oficiar las misas a puertas cerradas y con megáfonos para que la feligresía cercana pudiera recibir la palabra del señor, mientras que los devotos arrodillados en oración suplicaban por la sanación de todos los enfermos.
A esta tradición se le unió el recorrido de la santa imagen de la Virgen de la Consolación, que acompañada del sacerdote de la iglesia Nuestra Señora de la Consolación, ubicada en Santa Elena, y el párroco de la iglesia de Yacural, emprendieron camino para bendecir a los devotos.
Con papelillos, cantos y ofrendas los habitantes de Yacural recibieron a la virgen, y unidos en oración rogaron por el cese de la del coronavirus.
«Sólo nos queda aferrarnos a la fe, y si antes nuestra virgen no nos ha abandonado ahora tampoco lo hará», expresó Daniela Azuaje, quien acompañada de sus hijos rindieron tributo a la imagen de María y a la cruz.
Sin flexibilidad
Monseñor Víctor Hugo Basabe, administrador apostólico de la Arquidiócesis de la ciudad de Barquisimeto, comentó que las iglesias católicas no han recibido ningún tipo de flexibilidad para abrir las puertas y recibir en los templos a toda la feligresía.
Además reiteró que se mantienen activos a través de las diferentes plataformas tecnológicas, así como también algunos párrocos realizan recorridos para bendecir las comunidades.
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