María B. Jordán | LA PRENSA de Lara.-& ;»Si uno asiste a las concentraciones o a las protestas empiezan las amenazas», relatan los docentes, al referirse que tanto directivos como supervisores amedrentan a quienes piden condiciones justas de trabajo.
En lo que va de año escolar no se han registrado expedientes administrativos, sin embargo los acosos aún siguen. De 280 que se presentaron en el período 2018-2019, aún quedan sin resolver 10, según la Federación Nacional de Trabajadores Profesionales de la Educación de Venezuela (Fenatev), en su mayoría por participar en las asambleas permanentes de enero a marzo.
Franyeli Escalona, docente de la institución Las Mercedes, señaló que no tienen un clima laboral tranquilo; «es como contaminante, porque nos dicen que no tenemos porqué asistir a las asambleas porque estamos dejando de ir a la institución y es una inasistencia», asegurando que ellos tienen derecho a protestar por condiciones dignas para trabajar.
La profesora señaló se trata de un abuso de poder por parte de los directivos que están de lado del gobierno, por lo que aseguró que igual se trata de una lucha que va a beneficiar a todos los educadores «pero ellos son acosadores»
Dulce Meléndez, secretaria Fenatev aseguró que esos supervisores quieren darle «con el látigo» a los docentes, siendo los reclamos y los beneficios un derecho que está establecido en la convención colectiva «y eso fue conquistado por nosotros mismos, porque no estamos pidiendo un regalo por parte del patrón».
Meléndez añadió que ese tipo de amenazas vienen directamente de la Zona Educativa, pues detalló que son ellos los encargados de darles órdenes a los directivos «y todavía hay unos acuerdos que no han cumplido y a pesar de eso siguen con las amenazas«, expresó la dirigente sindical.