El contacto directo con el arte por las calles de Barquisimeto es aplaudido por artistas plásticos y muralistas, quienes admiten que se ha avanzado en la ciudad, pero se necesita que la galería urbana llegue a más espacios. Que eso se haga con la debida planificación, que se unifiquen criterios por sectores, con campañas de conciencia ciudadana que promueven el cuidado de las piezas y que se les dé el debido mantenimiento o restauración en pro de la mayor duración.
El maestro de las artes plásticas, Armando Villalón, siempre está dispuesto a formar parte de iniciativas que más allá de embellecer la ciudad permiten el contacto directo de la población con piezas de diversas técnicas y formatos. Sus murales, inspirados en la religiosidad, resaltan a la Divina Pastora y la municipalidad le rindió honores al dedicarle un paseo al este de Barquisimeto. «La cultura siempre debe proyectarse y qué mejor manera que hacerla parte de la cotidianidad de los transeúntes», dijo. Destacó lo indispensable de educar al ciudadano para evitar que las dañen y hasta la vigilancia permanente para que no se pierdan en el abandono, y que la restauración debería ser como mínimo anual.


Mural de la Divina Pastora
«Yo soy muy celoso con mis creaciones y frecuentemente paso por donde están ubicadas, de ser necesario, realizo la debida corrección», confiesa. Desea que se pueda recuperar el mural inspirado en la Divina Pastora, ubicado en la avenida Venezuela con la avenida Andrés Bello (calle 22), el cual se vio afectado por tener una cortina de agua permanente y lo más probable tenga que realizarse de nuevo.


Artistas y el arte en las calles
Para la artista Claudia Riera Villalón esta galería a cielo abierto del talento local sensibiliza a los ciudadanos al arte y les da mayor sentido de pertenencia, más allá de ser apreciado como un mobiliario decorativo. «Mi sueño es un proyecto macro que incluya a toda la ciudad, una composición que invita a un recorrido por este tipo de museo que suele apreciarse en metrópolis del mundo», y explica que eso requiere suficiente tiempo de planificación, para que no se concentre en el centro ni en el este de la ciudad, sino que incluya al oeste, sur y norte de Barquisimeto.
Así se tendrían más oportunidades para los noveles artistas y sería una extensa vitrina entre murales, esculturas, con piezas de diversas dimensiones. Expresó que se puede sacar provecho a lo integrativo, tal como ha realizado murales en colectivo, al involucrar a la gente de la comunidad, para que se apropie de ese espacio y asegure su resguardo. «No podemos olvidar que siempre se deben respetar las creaciones, siendo piezas auténticas que son una ofrenda para la población», destaca.
Mariángela Contreras tiene experiencia en murales realizados en Distrito Capital y en Barquisimeto, habla del manejo del espacio, para no recargar, respetar distancias para la mejor percepción visual. Dijo que se debe evaluar la continuidad del concepto, asegurar la calidad de las pinturas, preferiblemente en aceite. La policromía tampoco debe abusar en colores tan intensos, se seleccionan en función del clima de la ciudad.