Guaro Mirón | LA PRENSA.- Los zapaticos se me volvieron nada, se me mojaron hasta las medias con estas lluvias tan repentinas que al igual que a mi tomó por sorpresa a muchos guaros quienes pasaron bastante trabajo, al llegar a mi casa me activé de una a tomar té y pastillas para la gripe porque esta lluviecitas son las que enferman.
La vía principal de La Victoria me dejó sorprendido, hace un tiempo la habían reparado y cuando pasé en el carro pensé que me iba a quedar anclado en sitio por la inmensa tronera que había, el bacheo no fue efectivo y pues volvieron los problemas en la vía.
Los habitantes que viven en la cuadra sólo podían mirar desde las ventanas sin poder salir de sus casas porque la inundación tapaba parte de la acera y salir significa mojarse los pies como me pasó a mi o usar botas de hule. Una vez más queda en evidencia las fallas en el sistema de desagüe en esta y muchas comunidades de Barquisimeto las cuales dejan todas las calles y aceras inaccesibles tanto para los transeúntes como choferes.
Mi pana Juancho mientras pasaba lentamente por el cráter me gritó ¡Guaro pídele al alcalde Ramos que nos repare esta vía que ya nos tiene verde! Algunos que venían de trabajar envolvieron sus pies con una bolsa porque no se esperaban las lluvias y me sugirieron que hiciera lo mismo pero al mirarme los zapatos y ver que los tenía embarrados me di cuenta que ya era demasiado tarde.