Víctor A. Rodríguez | LA PRENSA DE LARA.- La situación actual del Deportivo Lara dejó mucha nostalgia en las redes sociales, luego de un fin de semana agitado donde al parecer las solvencias requeridas para obtener la Licencia de Clubes no fue cumplida en sus mínimas condiciones y el equipo tendría su destino en la segunda división.
El conjunto rojinegro pasó de tener el lema de «pueblo noble que sabe ser grande» a «quien no conoce su historia está condenada a repetirla». Todo esto por una gerencia que tomó las riendas del equipo a principios del añ;o 2022 y hasta la fecha ha traído más errores que aciertos.
Khalil Yusef —presidente del Deportivo Lara— es el principal señ;alado por la situación actual del club larense, ya que luego de tomar las riendas de los rojinegros en marzo, ocupando el puesto de Daniel Villasmil, comenzaron los problemas administrativos, el rendimiento del equipo se vino abajo y estuvieron gran parte de la temporada en los puestos de descenso; sin embargo, por amor a los colores de un grupo de jugadores, levantaron y lograron clasificar de fase.
En medio de todos los meses de deudas, donde jugadores maniobraban para llevar el sustento a sus hogares, a pura gallardía y coraje levantaron el nivel en el último tercio del añ;o.
Culminada la campañ;a 2022, el 2023 no inició de la mejor manera, ya que las deudas siguen vigentes y ya se venció el plazo para mostrar las solvencias y tanto la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) y la directiva de la Liga Futve están analizando qué hacer con la situación del Lara.
Yusef ha sido muy criticado en redes sociales por los miles de fanáticos, quienes muestran dolor por la situación del equipo de sus amores.
Varios medios y comunicadores señ;alan que el destino del Deportivo Lara estaría en la segunda división del fútbol criollo, y otros dan todavía señ;ales de esperanzas con una luz al final del túnel. La actualidad es incierta, ya que la directiva no aparece.
No es la primera vez que el equipo crepuscular está a punto de desaparecer o descender por inconvenientes extracancha. Lo cierto es que no hay una estabilidad económica y las deudas siguen vigentes, incluso desde hace una década.