María Betania Jordán | LA PRENSA DE LARA.-& ;El síndrome de las piernas inquietas se trata de un problema del sistema nervioso que provoca la sensación incontrolable de mover las extremidades en horas de reposo, como la tarde y la noche, generalmente debido a una sensación de incomodidad, ardor, piquiña, hormigueo, por lo que el movimiento causa tranquilidad. Es más frecuente en personas mayores de 40 años de edad y también puede aparecer durante el embarazo.
Aunque es una enfermedad poco conocida, el 23 de septiembre es el Día Mundial del Síndrome de las Piernas Inquietas y se busca concienciar a las personas sobre este extraño padecimiento. Especialistas aseguran que puede estar relacionado a efectos secundarios como, por ejemplo, de diabetes, deficiencia de hierro o ácido úrico, además por ansiedad, pero no hay un estudio que afirme cuál es su causa principal.
Fernando Bellera, presidente de la Sociedad Venezolana de Neurocirugía (SVNC), explicó que las personas pueden sentir una sensación poco controlable de mover las piernas. «Es como un hormigueo, pero no tiene causa», agregó que generalmente se asocia a efectos secundarios de otra dolencia, pero tampoco deteriora la condición de vida del paciente, pues se trata de algo leve.
Precisó que pueden existir casos en los que el síndrome de las piernas inquietas es un poco mayor y es ahí cuando afecta el descanso, porque mayormente se produce en horas de la noche y no pueden conciliar el sueño, «pero en los casos leves ni siquiera son diagnosticados porque las personas no acuden a un especialista». Cuando empiezan a sentir incomodidad asiste a un neurólogo para la evaluación y según el caso, le pueden indicar tratamiento de levodopa. Sin embargo, aclaró que este síndrome no está relacionado al párkinson y mucho menos deteriora la calidad de vida o le impide realizar actividades diarias a las personas.
Investigadores aseguran que el síndrome de las piernas inquietas también puede ser causado por un factor hereditario, por lo general, comienza a partir de los 40 años; mientras que en las embarazadas también es común que aparezca, en especial durante el último trimestre de gestación, pero luego del parto desaparece.
Aunque no hay complicaciones, los especialistas detallan que las personas pueden generar estrés y ansiedad porque se les dificulta dormir y para sentir alivio tienen que caminar, estirar las piernas o moverse de un lado a otro, pero por ser en horas nocturnas causa insomnio y dificulta las siestas diurnas. Algunos no pueden estar sentados por horas continuas; sin embargo, son poco los casos que presentan estas sensaciones molestas.