Guaro Mirón | LA PRENSA.- Cuando iba en camino a llevar el carro al mecánico, pasé por la carrera 28 con calle 9 y me quedé sorprendido al ver un charco de agua en toda la esquina.
Decidí bajarme del carro para instalarme, me senté un rato para detallar el problema y enseguida llegó un panita de la comunidad que le dicen el “burro”, me contó que desde hace ocho meses está ese charco ahí. Aparte ese charco, tiene huecos y basura a los alrededores porque los vecinos les da flojera colocar los desperdicios en un lugar para que se los lleve el aseo y les parece más fácil echarlo ahí para no caminar.
El “burro”, me dijo que a raíz del charco, han salido muchos zancudos y hacen fiesta picando a más de uno. También me dijo que los demás vecinos, les han reventado el teléfono a la gente de Hidrolara y nada que vienen para acá, no les dan ni señales de humo.
La gente de por aquí me cuenta que cruzan con cuidado la calle y cuando que viene un carro se apuran para que no los bañen con agua de ese charco que está bien piche.
Toda esa historia me la contó mi pana, quién no perdió la oportunidad para tomarse una foto conmigo, mientras me contaba el problema que se presenta en su comunidad.
Hizo un llamado a las autoridades para que le echen una mano, asfalten y también a Sanidad para que les espante ese zancudero que los tiene a monte.