William Croes| LAPRENSA.- La mancha de la economía popular se expande a lo largo y ancho del municipio Iribarren. En las principales calles y avenidas de la ciudad hay tarantines donde venden desde comida hasta herramientas, la gente ha tomado el comercio informal como la alternativa viable para paliar la crisis económica del país.
Según cifras de la División de Mercado y Abastecimiento hay alrededor de 30 mil comerciantes informales en el municipio Iribarren. Hace tres años eran 15 mil, pero los nuevos censos realizados por las cuadrillas de fiscalización reflejan la proliferación de la economía informal en el centro de la ciudad y en otros puntos neurálgicos.
El aumento del comercio informal es un indicativo de que las políticas económicas no andan bien. Hemos venido haciendo un trabajo de registro de los comerciantes y de las zonas donde se expanden para poner orden”, expresa Giomar Rojas, director de la división de abastecimiento.
El comercio informal entra en el reglón de los empleos precarios. Cifras suministradas por la Alianza Sindical Independiente, señalan que hay nueve millones de trabajos de estas características en el país. Son denominados “precarios” porque no tienen beneficios laborales que dicta la ley como seguro social, prestaciones y otros más.
“El desempleo subió un 7.3% en abril, lo que corresponde a un millón más de personas que tienen la calle como vía para buscar el sustento en sus hogares”, expresa Carlos Navarro, secretario general de la Alianza Sindical Independiente, quien detalla que la tendencia es que estos indicativos negativos aumenten progresivamente.
Navarro indica que de los nueve millones de empleos precarios que hay en el país, cinco millones, que es casi el 60% corresponde al comercio informal. Personas que su única estabilidad económica dependen de ellos mismos, aunque se encuentren en lugares no determinados para sus actividades y no generen un beneficio a la municipalidad. Zonas del centro son el emporio del comercio informal de la entidad; sin embargo, zonas del este que eran netamente residenciales pasaron a ser puntos buhoneriles.