María B. Jordán | LA PRENSA de Lara.-& ;Con el fin de controlar el acceso de las personas y hacer cumplir las normas de prevención ante el COVID-19 en los mercados populares a cielo abierto en Barquisimeto se han afincado en cumplir las medidas sanitarias y no parar de trabajar.
Entradas y salidas bajo la mirada de miembros del mercados, rociar de antibacterial y alcohol a los clientes en sus manos y cuerpo se han convertido en reglas obligatorias para los clientes que quieran ir al mercado Ruiz Pineda y a Las Catacumbas del oeste y norte de Barquisimeto respectivamente. Los coordinadores de ambos lugares confesaron que a veces los clientes son tercos y se niegan a cumplir con la prevención.
Lo primero que se puede ver al llegar a ambos mercados es que nadie entra «como perro por su casa». Ahora, crearon accesos con estructuras de hierro y sacos, pues estos mercados son un foco de contagio de Covid-19, como ocurrió en Las Pulgas de Maracaibo.
Otra regla impuesta es que la entrada de los menos de edad está prohibida y quien no use el tapabocas tampoco podrá ingresar. En Las Catacumbas detallaron que están trabajando en tres grupos para que no haya aglomeración de tarantines a lo largo y ancho del lugar «porque la idea es sigamos trabajando, pero tomando todas las medidas de prevención» dijo Emilio Hernández, coordinador.
«Cada uno debe cumplir con el distanciamiento» acotó Hernández, detallando que a veces las personas son tercas y no atienden el llamado y causan aglomeración, mientras que hay otros que se quitan el tapabocas y se molestan si les hacen un llamado de atención y para ello hacen constante perifoneo informativo.
Los vendedores dicen estas medidas preventivas ha hecho que haya más clientes porque lo hacen con más seguridad que antes. «Yo por lo menos cargo mi antibacterial» dijo Emilio Escalona, pues el cuidado también depende de cada persona alertó el consultado.
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