Ana León | LA PRENSA.- Un hombre de unos sesenta años sin identificar fue arrollado por un ruta 7 en el cruce de la avenida Pedro León Torres con calle 42. Su cabeza fue aplastada por uno de los cauchos y lo único que quedó en la carretera fue la mancha de sangre esparcida.
El conductor del ruta 7 estaba con su transporte en el puesto de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), ubicado en la sede del Terminal de Pasajeros, en estado de shock. Desde el momento del impacto hasta su traslado a la comandancia el hombre no levantaba la cara y hacía saber a las personas a su alrededor que se encontraba mal de salud.
El presunto sexagenario estaba vestido con un blue jean y una camisa manga larga color negro con rallas blancas. Según relataron algunos testigos en el sitio, a eso de las tres de la tarde, el ruta se encontraba cruzando a baja velocidad la intersección cuando de la nada salió el hombre y se lanzó contra el transporte.
“Yo estaba vendiendo agua cuando escuché el impacto. Lo que logré ver fue la cabeza aplastada del señor en el piso”, comentaba uno de los testigos.
“Parecía que su cabeza fuera un balón espichado”, comentaba otro testigo con impresión mientras compraba un tostón a un comerciante de la calle 42. Según relataron los testigos, los curiosos no se hicieron esperar, pero la gente tuvo que retirarse pocos minutos después por la llegada de los funcionarios del Cuerpo de
Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) quienes trasladaron al hombre hasta la morgue del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda.
Algunas personas decían que el hombre era un indigente y que en muchas ocasiones lo habían visto caminando por la Pedro León, pero se supo a través de un testigo que el sexagenario cargaba mucho efectivo en el bolsillo al momento del accidente.