Jennifer Orozco | LA PRENSA.- Horas de dolor y angustia pasaron los esposos Jorge Barrientos y Rosa Sequera en la maternidad del Hospital Central para el alumbramiento de su segunda hija. Lo peor para ellos fue la muerte de la bebé, pues el padre asegura que la doctora de guardia no quiso hacerle cesárea a la mujer.
“Quiero denunciar a la doctora Talmary Parra, de la maternidad del Hospital Central, quien fue la que atendió a mi esposa el día miércoles 11 de octubre a las 6:30 de la tarde cuando ella llegó botando líquido y sangre”, asevera Jorge.
El hombre, de oficio comerciante y que reside en el Caribe II, cuenta y muestra el control de embarazo de Rosa, donde ella tenía una gestación normal de 38 semanas al momento de llegar a la maternidad.
Al llegar la metieron a la sala y su familia no supo más de ella hasta el día siguiente a las 11:00 de la mañana, cuando la enfermera entre llanto le dijo: “Señor, no tuve nada que ver, no puedo decir nada, debo cuidar mi empleo”.
A la mujer, a pesar de que ya estaba referida para cesárea, la hicieron parir y la bebé estuvo 15 minutos atorada en el canal de parto. Presentó fractura de cráneo y asfixia.