Euseglimar González | LA PRENSA.- Gilbert Bartolomé Castillo Arejula (33) murió ayer en la madrugada tras luchar por su vida 11 días. El hombre fue herido el lunes 22 de enero en la carrera 9 entre calles 10 y 11 del barrio Los Luises, cuando un hampón trató de robarle su carro y le disparó.
Aunque Gilbert no se opuso a que le robaran el carro con el que trabajaba como taxista, el criminal le disparó en las piernas. Presentó descarga múltiple de escopeta. El choro luego de herirlo huyó sin llevarse el carro. Al hombre lo trasladaron en un carro particular hasta la Emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda y fue ingresado a las 2:00 de la tarde ese día.
Al muchacho lograron operarlo de inmediato para detener el sangrado y salió de la intervención quirúrgica estable, según el personal médico del centro hospitalario. Tras varios días luchando por su salud murió a consecuencias de las heridas.
Ayer en la mañana los familiares de la víctima no estaban en los alrededores de la morgue para que contaran sobre él y cómo fueron los días que el hombre estuvo recluido en el hospital.
Se pudo conocer que Gilbert residía en Villa Productiva, al oeste de Barquisimeto. Se dedicaba a ser taxista y, al parecer, el día del suceso estaba haciendo una carrerita por la zona.
Funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc abrieron las investigaciones sobre el asesinato para dar con los responsables y ponerle los ganchos.
Taxistas son blanco
Al menos tres choferes de transporte público, tanto taxistas como ruteros, han sido asesinados en lo que va de año en un intento de robo de sus vehículos. Sus clientes son los mismos asesinos.
Uno de los casos más recientes es el de Rafael de Jesús Quintero González que fue asesinado el 18 de enero en el distribuidor San Francisco, en la avenida Florencio Jiménez. La unidad era sometida por un trío de criminales y como el conductor puso resistencia, le dispararon.
Tres tipos abordaron un ruta 16 que era conducido por Rafael. Lo apuntaron con un arma de cañón corto y lo sometieron a que siguiera el recorrido sin detenerse. Los choros pretendían desviar la ruta y llevárselo hasta la Circunvalación Norte para desvalijarla.