Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- Las andanzas terminaron para Ángel Josué Escalona Morales, quien murió la madrugada de ayer tras presuntamente, resistirse al arresto de funcionarios del Cicpc y protagonizar un supuesto enfrentamiento en el barrio Bolívar del municipio Jiménez. Quedó herido y fue auxiliado con el traslado inmediato al centro asistencial más cercano, donde falleció al poco tiempo de su ingreso.
Vestía una franela verde con un short azul, cuando a las 5:00 am fue emplazado por los funcionarios en una de las casas sin frisar de la calle 26 de esta comunidad. La vía polvorienta tuvo mucha presencia policial en busca de este joven que a sus 18 años de edad le rindió su historial, contando con siete antecedentes policiales por los delitos de robo de vehículos, porte ilícito de armas y hasta abuso sexual. Era señalado por vecinos, como el azote de la comunidad que acostumbraba cometer sus fechorías de manera violenta, agrediendo a varias de sus víctimas.
El parte policial desglosa un historial que empieza con la solicitud del Juez segundo de Control en responsabilidad adolescente desde noviembre de 2.019. También pesa el delito por abuso sexual desde septiembre de 2.018.
A partir de allí, se refleja uno de los años más movidos para este sujeto, indicando que se mantuvo muy ocupado con el robo a mano armada y de vehículos en su carrera delictiva en Quíbor. Desde entonces se repitieron los registros por los mismos delitos en septiembre y noviembre del referido año. Luego reincide por robo para julio de 2.021. Sin olvidar, que para finales de septiembre de 2.018 también estaba fichado por los cargos de porte y ocultamiento de arma de fuego.
El reporte que manejaban los cuerpos de seguridad llamó su atención por las denuncias constantes, de quienes vivían temerosos de caer incautos en las acciones de Escalona. Era conocido en varios sectores de la parroquia Juan Bautista Rodríguez de Jiménez, por su perfil agresivo, sin conformarse con arrebatar las pertenencias personales. No conforme con someter a sus víctimas, les propinaba agresiones y esto desencadenaba un clima de zozobra entre transeúntes y vecinos. Lo recuerdan como un experto en robo en general a mano armada, así como hurto de vehículos.
LA PRENSA esperó por familiares en la morgue del hospital Antonio María Pineda, quienes no llegaron con el traslado del cuerpo. «Ni llegarán, porque tal vez ni saben», soltó una fuente policial acerca de este sujeto acusado de mantener azotado a varios sectores de Quíbor.