Jennifer Orozco | La Prensa.- “¡Mi bebé, mi muchachito! ¡Por qué te hicieron eso esos tipos tan malos, me arrancaron mi vida completa Señor, no te lo lleves!”, repetía la madre de Robert Antonio Gómez Delgado (24), mientras veía cómo bajaban el cuerpo de su hijo en la morgue.
Con mirada de dolor y abrazando al padre de Robert, la señora repetía que a su hijo lo habían atracado, pero no esperaba jamás que se lo mataran.
Según el relato de la madre, Robert llegó ayer temprano de su trabajo a su casa. Eran las 6:00 en punto cuando le dijo que debía llevar una plata para pagar unas cosas y supuestamente tomó 500 mil bolívares en efectivo y los guardó en un bolso.
Salió de su casa en el sector I de La Paz. A pocas cuadras le salieron unos tipos supuestamente con una escopeta y le pidieron el dinero. Según un testigo, Robert no se negó, pero igual los choros le descargaron el cartucho en el abdomen.
Con las vísceras expuestas y bañado en sangre, un vecino cargó al muchacho, lo subió a un carro y se lo llevó hasta el Hospital del Seguro Social. Información policial asegura que Robert fue ingresado sin signos vitales y aunque los doctores y enfermeras trataron de reanimarlo, no resistió. Murió a las 7:00 de la noche.
Sus familiares se enteraron ya cuando estaba su cuerpo sin vida en el Seguro. “¡No me podrá decir qué pasó, qué te pasó mi ángel bello, no me dejes!”, decía la madre. Llorando de dolor su esposa embarazada de ocho meses no podía casi ni hablar. Tenía además dos hijos pequeños.
El chamo trabajaba como obrero los días de semana en una construcción y los fines de semana como mesonero en un restaurant.
Sus familiares aseguran que era muy trabajador para poder mantener a sus hijos y que nunca se había metido en problemas con nadie.