Joven de 15 años y su novio fingen secuestro

Jennifer Orozco | LA PRENSA.- Una quinceañera y su enamo­rado, un hombre mayor de edad, se inventaron un secues­tro para sacarle plata a la ma­dre de la menor. Cuando iba a ser rescatada, los funcionarios del Conas Lara se dieron cuen­ta que todo era fingido. La menor se desapareció de su casa. La madre preocupada comenzó a buscarla, hasta que recibió una dura llamada.

Un tipo le decía que tenía secues­trada a su hija y que para libe­rarla exigía la cantidad de 50 millones de bolívares.La señora no sabía cómo sa­car semejante suma de dinero, menos si debía atender a estas llamadas que le hacían. Deci­dió ir hasta el Conas Lara para colocar la denuncia y recibir ayuda de los funcionarios. Los militares comenzaron a rastrear los teléfonos desde donde llamaban los supuestos secuestradores y cuadraron la entrega controlada en el barrio Los Libertadores, al oeste de Barquisimeto.

Cuando los funcionarios fue­ron a rescatar a la chamita, no­taron algo extraño. Tras dete­ner a los tipos e interrogar a la menor se dieron cuenta que estaban simulando el secues­tro, todo con el objetivo de sa­carle el dinero a la mama de la quinceañera. Como Alexander Yeison González Colmenárez (18) fue identificado el novio de la cha­mita, quien fue la mente maes­tra detrás del plan.

El chamo se ideó todo e hizo que la menor fingiera su secuestro.También fue detenida la cha­mita por ser cómplice del deli­to y otro menor de 16 años quien aparentemente estaba colaborando con las llamadas extorsivas a la madre. A los tres jóvenes les incauta­ron dos teléfonos celulares desde donde se comunicaron
con la víctima.

La Fiscalía número 16 quedó a cargo del caso y los menores podrían ser enviados al retén mientras esperan su audiencia judicial. El 20 de diciembre de 2014 una dama de 40 años, de nom­bre Dominga Jiménez, cansa­da de su pareja fingió su se­cuestro. En ese momento, la mujer pedía 600 mil bolívares a su pareja, lo cual era un dine­ral. Ella misma hacía las llama­das, por eso los militares sos­pecharon. Al ver que su pareja no soltaba la plata, volvió a su casa y allí fue detenida.