José D. Sequera | LA PRENSA de Lara.- «Nuestro padre fue torturado antes de que lo mataran», fue la sentencia que hicieron dos de los hijos de Rafael Antonio Santana (50) apodado «Santana», quien murió en un tiroteo en La Carucieña junto a otro hombre por funcionarios de las FAES el pasado jueves en la mañana. Los uniformados estaban tras la pista de su hijo, alias el «Santanita».
Los jóvenes contaron que aunque no tenían una relación cercana con su padre, sabían que no estaba delinquiendo, a pesar de las entradas policiales que tenía «Santana». Los hijos detallaron que a él lo sacaron de su casa (sin especificar dirección) y lo llevaron a casa de la abuela materna del «Santanita», ubicada en la calle 17 del sector 3 de La Carucieña.
«Los policías lo maltrataron y antes de matarlo lo hicieron posar para una foto con el arma, pero él no se enfrentó ni estaba armado», soltó uno de los jóvenes, en los alrededores de la morgue del Hospital Central de Barquisimeto, prefirieron quedar en el anonimato por temor a represalias.
Versiones dadas por las personas que viven cerca de la casa donde ocurrió el tiroteo entre las FAES contra Rafael Santana y Adrián Douglas Sánchez Ochoa de 33 años, resaltan que en esa vivienda «no vivía ningún delincuente» sino dos personas de la tercera edad que son cristianos, presuntamente, siendo uno de ellos la abuela materna de alias «Santanita».
Confirmaron que «Santana» si es padre de Josué Ángel Santana (25), alias el «Santanita», uno de los hombres más buscados de Lara y en total su padre tuvo más de 20 hijos con diferentes mujeres. Sobre «Santanita», los muchachos señalaron que lo conocían pero que «no tenemos contacto directo con él ni sabemos dónde está».
De acuerdo a las investigaciones que realizan organismos de seguridad «Santana» y Sánchez, supuestamente, pertenecían a la banda dedicada a extorsionar a comerciantes larenses.
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