Euseglimar González | LA PRENSA.- “Tengo mucha rabia. Yo quería que muriera de viejo, no que me lo quitaran así”, gritaba la hija de Douglas Andrés Rodríguez Rodríguez (57), asesinado de un disparo en el cuello la madrugada de este miércoles.
Douglas salió de su casa a las 4:00 de la mañana, en el sector 6, vereda 5 de la Ruezga Sur, pues iba con su esposa y vecinos a hacer cola para comprar alimentos. Cuentan que el señor se adelantó hasta el estacionamiento porque encendería su carro Fairlane, color azul, pero fue en ese momento que un tipo, vestido con un suéter con una capucha en la cabeza le llegó y le pidió todas sus pertenencias.
Presumen que Douglas se resistió a que el tipo lo robara y éste sin temblarle el pulso le disparó en el cuello. El hombre quedó malherido cerca de la puerta del piloto.
La esposa quien estaba cerca, cuando escuchó la detonación salió corriendo a ver qué pasaba y gritaba que la ayudaran. El hijo junto a otros vecinos, al verlo malherido lo agarraron e intentaron trasladarlo en su propio carro, lo montaron en la parte del copiloto, pero luego decidieron llevárselo en otro carro.
Media hora después llegó el hombre a Emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda, pero fue ingresado sin signos vitales.
María Rodríguez, hermana de la víctima contó que a Douglas no le robaron nada. “ A él le robaron la vida”, decía mientras que su rostro se llenaba de lágrimas. Una hora después, el resto de la familia del hombre se enteró de lo sucedido.
Douglas acostumbraba a salir temprano para hacer cola y comprar comida, pero ayer fue la primera vez que lo intentaron robar. “Para qué pedir justicia si aquí eso no hay. Ya me lo mataron”, decía entre lágrimas la señora.
Douglas tenía dos hijos, mayores de edad, era jubilado y trabajó por más de 30 años en la empresa de valores Panamericana. Era el mayor de cuatro hermanos.