MIGUEL CARDOZO | LA PRENSA.- La inflación galopante y el alto costo de la vida le ha pegado al venezolano en todos lados y el béisbol no se podía salvar. Lo que por muchos años ha sido el pasatiempo nacional, esta temporada pudiera convertirse en un lujo esporádico.
Entre pagar entradas, comerse una bala fría y tomarse las respectivas espumosas, un fanático pudiera gastar hasta 15 mil bolívares en un partido. Este monto se va a duplicar si se va en pareja y se va a cuadriplicar si se va en familia, con los chamos. El precio de la silla central pasó de Bs. 800 a 3 mil bolívares, mientras que un pepito que costaba Bs. 1.500 la campaña pasada, ahora cuesta 5 mil, mientras que la cerveza, por su parte, galopó de los Bs. 140 el año pasado a 700 bolívares en los quioscos que están en la parte de abajo del estadio.
Desde hace varios años que iba a unos 10 o 15 jueguitos de Cardenales, pero el año pasado sólo fui a 5 por lo caro que estaba. Esta temporada con los precios que anunciaron, si acaso iré a uno contra los Leones”, indicó Francisco Agüero, fanático de la tropa crepuscular.
A este gran problema del alto costo de las entradas, comida y bebida se le suma que algunos seguidores prefieren gastar su dinero en comida para la casa y no en una actividad de esparcimiento.
Los juegos los veré por televisión. Prefiero gastar esos 10 o 15 mil bolívares en comida para mi familia. Yo compro todo bachaqueado porque no tengo tiempo para hacer cola, así que con ese dinero compro harina, pasta y aceite, entre otras cosas”, señaló por su parte Emil Albornoz.
Gerencia al tanto
La gerencia crepuscular tiene clara esta situación, por lo que esperan un considerable bajón en cuanto a la asistencia al Antonio Herrera Gutiérrez.
Una muestra que la crisis ha pegado bastante duro en el bolsillo del guaro fue la venta de los abonos que pasó de unos 3 mil la temporada pasada a un poco más de 1.500 esta campaña, casi la mitad menos, según el departamento de mercadeo de la franquicia roja.
“Con la inflación no podemos hacer nada. Todo en la calle aumenta a diario y de eso tampoco nos salvamos nosotros ni nadie. Nuestros gastos se han multiplicado, los jugadores están pidiendo más dinero, así que tenemos que aumentar las entradas. Esto es una cadena que nos afecta a todos”, indicó por su parte Carlos Miguel Oropeza, gerente general de la divisa roja.
Pero Oropeza también cree que el haber armado un equipo con grandes figuras desde el principio va a convencer al fanático larense de acercarse al estadio y ver a sus jugadores favoritos.
Un equipo con grandes figuras desde el inicio llama gente, al igual que un equipo ganador. Nosotros nos esforzamos para armar un roster que pueda llegar lejos este año y eso también va a ayudar. Yo creo que igual la gente va a venir al estadio. El béisbol es un buen espectáculo que vale la pena pagar lo que cueste”, añadió el dirigente.