Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- «Las dictaduras no negocian sino obligadas. Pinochet no negoció la salida sino cuando le dijo la Fuerza Armada, los mismos que hicieron el golpe de estado con él: Hasta aquí llegamos, tienes que permitir el plebiscito. El gobierno de Nicolás Maduro no tiene salida, pero en dictaduras si los únicos que se mueven son tres ó cuatro partidos políticos, el régimen va a reprimir a 20 personas. Lo que es muy difícil de reprimir es a 20 millones de venezolanos». Así lo considera Luis Ugalde, sacerdote jesuita e individuo de Número de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales.
Recomienda a Juan Guaidó y a los diputados de la Asamblea Nacional electa en 2015 preocuparse por el renacer de los partidos. «Un dirigente asediado, sólo no puede, la oposición tiene que sumergirse en la activación de las bases de manera discreta, sin muchas banderas, sordas como suele ser en las dictaduras», expresó.
¿Cuál es su análisis de la situación actual del país?
Los hechos dicen que Venezuela está viviendo una tragedia. Más del 90 % del país coincide que si no hay un cambio de régimen aquí no hay vida. Incluso el gobierno está convencido de eso y por eso están reprivatizando cosas en la condición de no cambiar y ese es un error porque esta realidad no tiene remedio. Hoy el debate de los venezolanos es si mañana comerán sus hijos o no, es de derechos fundamentales.
¿Cómo se sale de este laberinto?
Creo que hay dos elementos que debemos afianzar: Hay un consenso internacional de todas las democracias que dicen que de este gobierno debe salir de manera pacífica, negociada y con elecciones presidenciales, parlamentarias y de gobernadores libres. Lo segundo lo que tienen que hacer los partidos, que deben vincularse, reactivarse en las bases del día a día del sufrimiento de la gente.
¿Cree que Maduro logre el cese de las sanciones al intentar acercarse a Estados Unidos?
Se han hecho esa ilusión tras la toma de posesión de Joe Biden, pero están equivocados. Los Republicanos y Demócratas coinciden que con este régimen no hay futuro y toda Europa también. Entonces así como hasta hace poco Europa no hubiera apoyado a Donald Trump, con Biden se van a entender en la fórmula de que hay que hacer elecciones presidenciales libres, con un CNE y todas las condiciones.
Es decir, ¿La negociación entre el gobierno y la oposición será inminente este año?, ¿La apoyará el Vaticano?
En la negociación debe participar Europa, EE.UU, el Grupo de Lima, y también China y Rusia, porque China sabe que no puede recuperar la mínima parte de lo que ha invertido en Venezuela. Ahora claro que el Vaticano también estaría dispuesto a participar, fue el primero que se lanzó a apoyar el diálogo en 2015, pero fue una burla de tal manera que está la famosa carta del cardenal Pietro Parolin donde dice que el gobierno los había engañado y por eso hubo el distanciamiento.
Maduro siempre ha terminado ganando tiempo en los diálogos, ¿Qué lo hace pensar que ahora será diferente?
Las dictaduras no negocian sino obligadas. Pinochet no negoció la salida sino cuando le dijo la Fuerza Armada, los mismos que hicieron el golpe con él: hasta aquí llegamos, tienes que permitir el plebiscito. El gobierno tenía la esperanza de engañarnos y de ganar tiempo porque sabe que marzo será peor que febrero, pero está acorralado.
¿Qué pretende el gobierno al elevar la represión contra organizaciones de DD.HH?
Meter miedo. Ha reprimido a los partidos políticos, los tiene en el exilio, en la cárcel o semi clandestinos, ahora ataca a las ONG’s, a los medios. En las dictaduras si los únicos que se mueven son tres o cuatro dirigentes, el gobierno va a reprimir a 20 personas. Lo que es muy difícil de reprimir es a 20 millones de venezolanos. Debemos asumir este terrible malestar que sufrimos, para lograr la unión.
Henrique Capriles ha hecho fuertes críticas contra Guaidó, ¿Se puede avanzar con tantas diferencias entre la oposición?
Lo que pasa es que no puede ser líder el que quiere, y hoy el liderato de la oposición no crece dividiendo sino sumando. Usted Capriles aporte, no empiece dividiendo. Hay un montón de cosas que podemos hacer, pero si usted renuncia y le dice al gobierno, yo me voy a portar bien, déjeme respirar, es una ingenuidad.
¿Cuál es su percepción del chavismo?
En algunas cosas han sido inteligentes, y pelean dentro pero hacia afuera lucen unidos, aunque esa unión no exista. En noviembre de 1957 violando su propia Constitución, Pérez Jiménez en vez de medirse en presidenciales hizo un plebiscito. El régimen estaba convencido que estaba soportado por la Fuerza Armada. Los resultados fueron 83% a favor de Pérez Jiménez. Eso fue el 15 de diciembre, el 30 de diciembre hubo un levantamiento militar que fracasó, pero comenzaba a salir el profundo malestar social y aunque el dictador cambió a los 12 ministros principales, 15 días después estaba montado en un avión huyendo. Es decir, llega un momento que el país hierve y sin un tiro caen las dictaduras.
En 1958 los militares respetaban la Constitución y no estaban señalados de cometer crímenes de lesa humanidad. ¿Acaso ahora la realidad no es distinta?
Es distinta pero el malestar en los cuarteles es brutal, y si 20 generales se están volviendo millonarios hay infinitamente más generales que están muy descontentos y sus familias también, y los cuarteles también.
¿En unas elecciones presidenciales libres debe participar Maduro, dónde quedó el cese de la usurpación?
A mí no me importaría nada que participara Maduro porque estoy convencido que no tiene respaldo, lo que sí me importa son las condiciones, que el árbitro no este comprado, que los presos políticos valgan, que los partidos no estén inhabilitados y que los dirigentes que están en el exilio vuelvan.