Este domingo 19 de octubre, el papa León XIV dirigió el acto de canonización en la plaza de San Pedro ante decenas de miles de fieles a los venezolanos José Gregorio Hernández, médico laico, y Madre Carmen Rendiles, religiosa.
Junto con los primeros santos de Venezuela, también canonizó a Ignacio Choukrallah Maloyan, arzobispo católico armenio de Mardin, en Turquía; el laico de Papua Nueva Guinea Peter To Rot; las religiosas italianas Vincenza Maria Poloni, fundadora del Instituto de las Hermanas de la Misericordia de Verona, y María Troncatti, de la congregación de las Hijas de María Auxiliadora, y el también laico italiano Bartolo Longo.


En la ceremonia, como es tradicional, el prefecto del dicasterio para la Causa de todos los Santos leyó las biografías de los dos beatos y pidió que se inscribiesen sus nombres en el libro de los santos. Tras la fórmula en latín de la canonización leída por el papa se escuchó un fuerte aplauso en la Plaza de San Pedro.
Cerca de 55.000 personas se congregaron en la plaza para la misa de canonización, según informaron las autoridades locales. Entre ellos, destacó la numerosa presencia de venezolanos, que se hizo notar por la gran cantidad de banderas de su país y camisetas con imágenes de los nuevos santos.


Gran devoción para San José Gregorio Hernández y Santa Madre Carmen Rendiles
San José Gregorio Hernández, conocido como el ‘médico de los pobres’, nació el 26 de octubre de 1864 en Isnotú, un pequeño poblado del occidental estado de Trujillo, y fue criado por una familia modesta de marcados valores religiosos.
En Venezuela, hace más de un siglo que se le profesa devoción, por lo cual su canonización ha sido un gran motivo de alegría para muchas personas en todo el territorio nacional, especialmente en su tierra natal, Isnotú y el estado Trujillo.
Santa Madre Carmen Rendiles, por su parte, nació el 11 de agosto de 1903 en Caracas como la tercera de nueve hermanos. Desde joven mostró una profunda vocación religiosa, que fue rechazada por varias comunidades debido a su discapacidad, ya que le faltaba casi todo el brazo izquierdo.