Agencias | LA PRENSA DE LARA.- La velocidad excesiva es tan solo una de las variables que impactan en el número de accidentes de tránsito en el mundo, de acuerdo con los datos de seguridad vial de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Además, en el 49 % de los accidentes, los peatones, ciclistas y motociclistas tienen altas probabilidades de morir debido a los traumatismos causados por impactos y arrollamientos propiciados por vehículos.
Ante esa realidad, el Plan Mundial de Acción para la Seguridad Vial contempla para 2030, reducir en un 50 % las muertes y los traumatismos causados por el tránsito instando a los países a mejorar la infraestructura vial y del transporte, adoptar medidas que puedan garantizar la seguridad de las vías de tránsito e incorporar medios de transporte alternativos, como la bicicleta, en las dinámicas de la sociedad.
En concordancia con ello, las organizaciones no gubernamentales de ciclistas en Caracas se han convertido en los principales defensores de la «democratización de la movilidad«; destacando la prioridad de incorporar a la bicicleta en el diseño macro de las políticas públicas que requiere el país.
«No es un secreto que el estado de la vialidad en Caracas es lamentable. Las alcantarillas están mal diseñadas con respecto al cruce en casi toda la ciudad. Esto puede hacer que una rueda quede atorada ahí y la persona caiga o pueda ser arrollada«, advirtió en entrevista con El Diario, Carmen Hinestroza Álvarez, miembro de la ONG Biciescuela Urbana Caracas.
Como ciclista urbana, Carmen fue arrollada en dos ocasiones en la ciudad capital, pese a que estaba plenamente provista de indumentaria para ser visible.& ;
«El primer incidente fue en en La Castellana con un conductor que no me vio por estar atendiendo su celular. Caí sobre el capó de su vehículo, pero afortunadamente no hubo mayores lesiones. En una segunda oportunidad, a la altura de Parque Carabobo, una camioneta alta no colocó la luz de cruce y con el guardafango se llevó el gancho izquierdo del manubrio. Afortunadamente brinqué hacia atrás y solo arrastró la bicicleta«.
De acuerdo con Biciescuela, esas situaciones ocurren a diario y son el reflejo de la falta de supervisión por parte de las autoridades en cuanto a las leyes de tránsito.
Para Álvarez, más allá de las indumentarias que pueda tener un ciclista urbano como cascos o ropa reflectiva para hacerse visible ante los motociclistas o vehículos, es necesario «pacificar la ciudad».
Requerimos una ciudad más peatonalizada, una ciudad más humana. Donde la actitud de los ciudadanos que manejan vehículos no sea ir en contra del peatón o el ciclista. En Venezuela, en el contexto regional, estamos atrasados en la visión de movilidad sustentable se refiere».
Según Álvarez, un elemento que impide la masificación del uso de la bicicleta como medio de transporte es el temor a desplazarse en la ciudad.
«¿Cómo se le dice a una señora que lleve a su hijo en bicicleta desde Bello Monte a La Candelaria? Es normal que sienta temor. No hay infraestructura ni cultura de respeto al ciclista y tiene que someterse a una cantidad de peligros«.
Fuente: El Diario.