El Papa León XIV ha concluido su período de vacaciones de verano de una manera significativa y solidaria, al celebrar una misa especial para personas sin hogar, refugiados y pobres. El pontífice invitó a docenas de estas personas y a los voluntarios de la Iglesia que asistan a un almuerzo en la finca del Vaticano, en la localidad de Castel Gandolfo.
La misa se llevó a cabo en el santuario de Santa María de Albano, cerca del retiro veraniego del Papa. Al evento asistieron cerca de 110 personas, quienes reciben ayuda de la organización benéfica local Cáritas y de los voluntarios que gestionan albergues, clínicas y oficinas de servicios sociales en la diócesis. Posteriormente, todos fueron invitados a la villa papal para un almuerzo que tuvo como menú lasaña y ternera asada.


León XIV hace un llamado a vivir en constante caridad
Durante su homilía, León XIV celebró el «fuego de la caridad» que unía a todos los presentes. El pontífice instó a los fieles a no hacer distinciones entre quienes ayudan y quienes son ayudados, entre quienes dan y quienes reciben, ni entre quienes parecen pobres y quienes sienten que tienen algo que ofrecer. En la Iglesia todos son igualmente pobres y valiosos, y todos comparten la misma dignidad, afirmó.
«Y cada uno de nosotros, en este sentido, representa esa imagen de Dios, y cuán importante es recordar siempre que encontramos esta misma presencia de Dios en cada uno de nosotros. Y así, también, estar reunidos aquí esta tarde, en este almuerzo, es vivir juntos con Dios, en esta comunión, en esta hermandad», resaltó el líder de la Iglesia católica.


Este gesto se alinea con la trayectoria de León XIV, cuyo nombre secular es Robert Prevost, y quien dedicó la mayor parte de su vida adulta a trabajar con los pobres en Perú, primero como misionero agustino y luego como obispo.
Sus antiguos feligreses y trabajadores de la Iglesia afirman que impulsó enormemente la labor de Cáritas local, abriendo comedores populares y albergues para migrantes, y recaudando fondos para construir plantas de oxígeno durante la pandemia de COVID-19.