EFE | LA PRENSA.– El Gobierno de España no quiere “agraviar” a Venezuela en estos momentos en que vive una “desdichada” crisis política, sino solo contribuir a que sea un país democrático, seguro y pacífico, dijo hoy el secretario de Estado de Cooperación y para Iberoamérica, Fernando García-Casas.
El alto cargo del Ministerio de Asuntos Exteriores protagonizó un desayuno informativo en Madrid, donde repasó la situación política, social y económica de Latinoamérica.
Según García-Casas, es necesario mantener el diálogo en Venezuela y por eso a lo largo de estos meses la posición de España ha sido de no “exacerbar las tensiones”, sino de actuar de forma “discreta” y apoyar las “modestas” sanciones acordadas por la Unión Europea.
Subrayó que España quiere que en las próximas elecciones presidenciales haya un consejo electoral independiente con miembros de diversas procedencias y que puedan concurrir todos los partidos y candidatos, incluidos los opositores Henrique Capriles y Leopoldo López.
El secretario de Estado confió en que pueda regresar a Caracas el embajador español, declarado persona non grata por el Gobierno de Nicolás Maduro el pasado mes de enero, a lo que el Gobierno español respondió con una medida similar.
Preguntado por la situación de Perú tras la dimisión ayer del presidente Pedro Pablo Kuczynski, García-Casas aseguró que la situación es preocupante, pero que “lo importante es que está funcionando la institucionalidad”.
En cuanto a Argentina, país que visitará el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, el próximo mes, García-Casas destacó las “magníficas” relaciones bilaterales y declaró que el viaje va a ser “breve pero intenso”.
Detalló que se firmarán una “decena” de acuerdos y que tendrá un componente económico y encuentros empresariales “importantes”, además de los tradicionales contactos con la comunidad española en el país.
Tras su análisis global de la situación de Iberoamérica, su sistema de cumbres y programas de cooperación, García-Casas concluyó que la voluntad de España es seguir siendo “socio, amigo y aliado” de los países de la región.