AFP | LA PRENSA.- En un memo interno, el banco suizo pide a sus corredores que no toquen dos obligaciones: una emitida en 2014 por la petrolera estatal Pdvsa, y otra emitida por el Estado, agregó la fuente, que pidió el anonimato, sin dar más detalles.
Credit Suisse solicita igualmente a sus empleados no tocar los productos financieros emitidos después del primero de junio de 2017 por el gobierno de Maduro.
El banco dice que examinará todas las relaciones con el gobierno venezolano y las entidades dependientes del gobierno para asegurarse de que su reputación no corre riesgo.
Lo mismo para los particulares y las empresas privadas de Venezuela, que deberán recibir una autorización previa del departamento de riesgos de Credit Suisse antes de realizar cualquier operación con el banco.
Estas decisiones tienen lugar al día siguiente de nuevas sanciones individuales de Estados Unidos contra Venezuela, que ha calificado a Maduro de “dictador”.
Las sanciones tienen como blanco a políticos, entre ellos el hermano mayor del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013), implicados en la reciente instalación de una Asamblea Constituyente rechazada por gran parte de la comunidad internacional.
Credit Suisse quiere evitar hallarse en la misma situación de Goldman Sachs, criticada a finales de mayo por haber comprado 2.800 millones de dólares de obligaciones emitidos por Pdvsa.