AFP | LA PRENSA.- Las autoridades turcas investigaban este miércoles un supuesto vínculo de la «bestia negra» de Ankara, el predicador Fethullah Gulen, con el asesinato del embajador ruso en Turquía, aunque el Kremlin se mostraba mucho más cauto.
La prensa progubernamental turca ha acusado al predicador islámico Gulen, enemigo jurado del presidente Recep Tayyip Erdogan y refugiado en Estados Unidos, de estar implicado en el asesinato del embajador, cinco meses después de haber supuestamente movido los hilos del fallido golpe de Estado del 15 de julio.
En la primera acusación oficial de este tipo, el jefe de la diplomacia turca, Mevlüt Cavusoglu, afirmó el martes que la red de Gülen está «detrás» de este asesinato.
Durante una entrevista con su homólogo estadounidense John Kerry, Cavusoglu afirmó que «Turquía y Rusia saben que detrás del ataque contra el embajador de Rusia en Ankara, Andrei Karlov, está FETO», un acrónimo para designar a la red de Gülen, indicó la agencia Anadolu.
Las fuerzas de seguridad han detenido a 13 personas relacionadas con el asesinato, entre ellas a familiares de Altintas, según estos medios.
En una sorprendente información, el diario turco Hurriyet asegura que este policía estuvo de servicio en ocho actos en los que participó el presidente Erdogan desde la intentona de golpe de Estado.