Joelis Sosa | LA PRENSA.- “Tenía cuatro años vendiendo solamente tortas, ahora tuve que incorporar otros productos para mantener el negocio”, afirma Ruccena González, repostera y dueña de un local de tortas, quien explica que desde febrero comenzó a vender panes salados y dulces porque la venta de los famosos pasteles de cumpleaños han ido bajando.
González explica que a diario a su negocio llegan personas comprando pan, y dejan las tortas a un lado, pues señala que las personas hoy día buscan alimentarse hasta con sólo un pancito para desayunar o almorzar.
Así como González se encuentran muchos torteros del centro de la ciudad que para mantener sus puertas abiertas han optado por vender cualquier tipo de artículos, entre ellos refrescos, velas, platos y cucharas plásticas.
Otra de las opciones que han tomado es hacer tortas frías para venderlas al mayor, ese ha sido el sustento más viable de estos negocios, afirman que las personas compran para revender y con las ganancias mantener a los suyos.
Una de las cosas que más ha afectado a los reposteros son los altos precios de harina, azúcar, mantequilla y huevos; afirman que les toca comprar a precio bachaquero y por ello el costo de una torta no es tan asequible.
La escasez de estos productos ha perjudicado mucho a estos comerciantes quienes explican que hay personas que por el costo de los pasteles cumpleañeros prefieren no comprarlo o adquirir la más pequeña que es la más económica.
Ahora las personas cantan cumpleaños hasta con una ración, es lamentable”, concluyó Andrés Gil, repostero.