Cristina Linárez | LA PRENSA.- En la mayoría de las instituciones educativas siguen pasando roncha porque la comida que les envía la Corporación Nacional de Alimentación Escolar (CNAE) para mantener activo el comedor llega con fallas.
Hay planteles en donde sólo le sirven a los niños yuca, un plato de caraotas y una naranja, porque casi no les llega el proteico, ni arroz y pasta. Una representante del Simoncito “Semillita”, ubicado en San Vicente, quien no quiso revelar su identidad, asegura que desde que comenzó el año escolar la distribución de la comida empeoró. “No llega con frecuencia y cuando llega no tiene para el menú completo”, dijo molesta.
Además resaltó que los representantes han tenido que colaborar y llevar comida para que los 36 niños se alimenten, porque en el Simoncito el horario es de 7:00 de la mañana a 3:00 de la tarde, y como almuerzan muy poco, los niños se la pasan con hambre.
Docentes de la escuela Las Brisas, también se quejan de que los niños ya lleven una semana comiendo puré de papas y tajadas, lo cual afecta la alimentación de al menos 250 niños que hacen vida en la institución.
Mi sobrina lleva siempre algo extra para poder comer, porque con lo que come en la escuela queda con hambre”, dijo Ana Pérez, tía de una estudiante de segundo grado.
Pérez se quejó de que el servicio de comedor que prestan las instituciones no cuenta con alimentos que contengan todos los nutrientes que necesitan los niños.
“El servicio ha desmejorado, la escasez de alimentos y el alto costo de estos pega duro en el menú de los planteles educativos”, precisó.