Estudiantes de la UPEL disfrutan del comedor después de casi tres años

Cristina Linárez | LA PRENSA.- Después de casi tres años, los estudiantes de la Universidad Pedagógica Experimental Li­bertador (UPEL) reciben ali­mentos de nuevo en el come­dor de la institución tras su apertura el día de ayer tanto en la sede del este como en el oes­te.

Aunque no cuentan con los estudiantes se mostraban muy contentos mientras estaban haciendo la cola para poder en­trar a almorzar y disfrutar de este servicio que no poseían.

Los estudiantes perdieron el beneficio cuando la última empresa que es­tuvo a cargo del servicio, aumento el precio de la bandeja, pero el Ministerio de Educación Superior no aceptó, y a esto se le anexó que ningu­na de las empresas que se postulaban calificaban con todos los requisitos.

Nelson Silva, decano de la universidad, manifestó que la apertura del comedor es un lo­gro de toda la comunidad uni­versitaria. Resaltó que, a pesar de que el precio de la bandeja pasó de 1080 a 1445 bolívares desde el primero de junio, el comedor arrancó con buen pie, pero sin proteico porque el Mi­nisterio les indicó que no han podido hacer el traslado desde Caracas ante las trancas y manifestaciones que se ha  registrado en el país, misma si­tuación que afecta a otras uni­versidades de la región.

Refirió que el aumento de la bandeja no afectó tanto en la UPEL, debido a que en la uni­versidad tienen de reserva di­nero que les entregaba men­sualmente el Ministerio para el comedor durante todo el tiem­po que no estuvo funcionando, con lo que este trabajará con normalidad un poco más del mes de julio, pero podría ex­tenderse si el Ministerio man­da el dinero que corresponde por mes.

El decano dijo que el come­dor tiene disponibles a diario 1450 bandejas de comida de al­muerzo para la sede del oeste y 800 para el este, a pesar de que la comunidad universitaria es de unos 4 mil estudiantes; pero aseguró que no todos co­men en la universidad y los dí­as que sobren bandejas se ane­xan a días posteriores, cuando haya más alumnos con la in­tención de que ningún estu­diante se quede sin almorzar.