Con miras a alcanzar la calidad educativa de los estudiantes en el país, especialistas consideran necesario establecer planes de nivelación obligatorios, para que los alumnos adquieran los conocimientos necesarios, según el grado académico que estén cursando.
Durante el lapso académico 2022-2023, la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), aplicó unas evaluaciones con la finalidad de conocer cómo están las competencias académicas entre los estudiantes de sexto grado hasta quinto año en el país. Participaron estudiantes tanto del sector público como privado y los resultados que arrojaron fueron que en el área numérica el promedio obtuvo 7,53 puntos sobre 20, mientras que en el área de habilidad verbal fue de 9,11 sobre 20.
Según explicó el profesor José Javier Salas, especialista en matemáticas y participante del estudio, «se puso el foco en el desarrollo del pensamiento lógico expresado en la resolución de problemas, resultando que ocho de cada 10 alumnos (78,37%) reprobaron (8.901 estudiantes), mientras que 21,63% aprobó (2.457 alumnos); es decir, sólo dos de cada 10 consiguieron una calificación de 10 o más.
Para Mariana García, madre de un pequeño de 8 años que presenta dificultad para leer, pareciera que en Venezuela para avanzar de grado sólo es necesario cumplir con la asistencia a clases y no con ciertos avances en el conocimiento.
García cuenta que en primer grado se dio cuenta de que su hijo, de sólo 5 años, no sabía leer y pidió hablar con el director de la institución para que el pequeño no fuese promovido al segundo grado y la respuesta que obtuvo fue que los niños tienen hasta los 8 y 9 años para avanzar en lectoescritura y que no está permitido reprobar a ningún estudiante, a menos que no asista a clases. «Esta es la falla de muchos estudiantes que llegan a bachillerato y no saben leer ni multiplicar bien», recalca.
Desde el punto de vista de Doris Campos, doctora en Ciencias de la Educación y orientadora, esta es una medida que fue tomada hace unos cuatro años, la cual asegura le costó comprender, pues la misma tiene como objetivo principal mantener al joven dentro del sistema educativo para que esté en un ambiente saludable.
Se considera que al estar dentro de las aulas de clases las personas con las que el alumno comparte a diario, dentro del horario cotidiano de clases, siempre será mucho mejor al que encontrará en la calle; sin embargo, Campos considera que al momento de tomar esta medida no se tuvieron en cuenta las consecuencias. Es decir, el cerebro del joven registra que «se esfuerce por estudiar o no» siempre avanzará de grado o año en el caso del nivel medio. Esto es más peligroso en una etapa tan compleja, como la adolescencia o preadolescencia.
«Es una falla que tuvo el equipo técnico que planteó esta medida, porque para ello tienen que ser equipos interdisciplinarios que debieron reunirse todos los días para que cada uno desde su área de conocimiento evalúe las consecuencias y las acciones a seguir para minimizarlas, pero no fue así», indicó Campos.
Campos explica que esto es un panorama de lo que hay en las aulas de clases de bachillerato y en las universidades. La flexibilización de las evaluaciones ha permitido que la calidad educativa esté decayendo, por eso la importancia, desde su punto de vista, de que se establezcan planes de nivelación académica obligatoria en todas las instituciones educativas que le permitan al estudiante reforzar los conocimientos que no logró consolidar durante el año escolar anterior.
Este plan se puede establecer unas semanas antes del inicio del año escolar o durante el transcurrir del primer momento, de forma que el avance sea constante para que el joven se mantenga dentro del sistema educativo y se alcance la calidad educativa en Venezuela.
En este período de nivelación es importante mantener a los orientadores dentro de las instituciones educativas para apoyar y guiar a los estudiantes en este proceso.
Por su parte, Saúl Pérez, directivo del Colegio de Profesores a nivel nacional, aclara que esta es una medida que si bien es cierto se está aplicando, no se encuentra establecida en ninguna ordenanza ni gaceta oficial, «pero es una medida que fue emitida durante la gestión del ministro Aristóbulo Isturiz, con la intención de que las cifras de repitencia y deserción escolar no se incrementaran y proyectaran una mala imagen de Venezuela, cifras que por demás de forma oficial se desconocen».
Es por esto que a fin de año los estudiantes presentan una y otra vez exámenes hasta aprobar el contenido evaluado, esto se está realizando a nivel de educación media y también en primaria, en la que los estudiantes que obtienen una baja calificación pueden repetir la evaluación para recuperar la nota.
Los especialistas esperan que se tomen las medidas necesarias para alcanzar la excelencia educativa, lo que incluye las mejoras salariales que permitirán a los docentes estar en el aula cinco días a la semana.
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