Osman Rojas | LA PRENSA.- En sus ojos se puede ver el cansancio. Caminan de un lado a otro sin tiempo para reposar. Las noches son insufribles y las guardias parecen interminables, especialmente los fines de semana, cuando la ausencia de personal se evidencia con mayor facilidad.
“Hacemos el trabajo de 10, pero cobramos el sueldo de uno”. Esa oración sirve para ejemplificar la situación laboral que viven las enfermeras en el Antonio María Pineda, centro médico que tiene un déficit de al menos 200 profesionales de enfermería.
Hay servicios que tienen a dos enfermeras, cuando el deber ser es que trabajen 20. Emergencia es un caos, neonatología no se da abasto y así podríamos hacer un recorrido por todas las áreas que hay en el hospital y en todas encontraremos falta de personal”, denunció Janeth Vergara, vicepresidenta del Colegio de Enfermeras en el estado.
Actualmente, el Hospital Central tiene activas a 500 enfermeras, cuando lo ideal es contar con los 700 cupos disponibles. “Muchas se han jubilado, otras están desincorporadas o de reposo. Lamentablemente, el hospital no puede meter a más personas porque el Ministerio de Salud no libera esos cupos”, lamenta.
Hacen ayuno
Luego de un mes detenido, Julio García, presidente del Colegio de Enfermeras en Carabobo, no tiene respuesta de cuándo lo van a soltar y en solidaridad con él, las enfermeras del estado realizaron un ayuno para exigir su liberación. Para esta semana se tiene previsto un pancartazo en respaldo a García.