Estefany Figueroa | LA PRENSA.- Cuando el sol se oculta, no hay local comercial que se salve del hampa en todo el bulevar de la avenida 20 en el centro de Barquisimeto. La falta de iluminación en la mayoría de las calles y la poca vigilancia policial hacen que los malandros hagan desastre en las noches.
Son 24 cuadras (2,58 kilómetros) las que comprenden toda la avenida donde se apuesta la zona más importante del comercio en Lara, pero hay zonas donde los atracos a mano armada, hurto, prostitución e indigencia hacen de las suyas.
El equipo reporteril del Diario La Prensa pudo observar que uno de los pocos comercios que se mantiene abierto luego de las 6 de la tarde es una panadería ubicada en la avenida 20 con calle 30. Su propietario, Wuali El Chaer, expresó con gran preocupación que todos los locales que están alrededor de su negocio han sido robados a pesar de que a una cuadra de sus establecimiento se encuentra una sede de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
Los policías vienen a comer mucho a mi panadería, pero sin embargo aquí hace falta seguridad en las noches porque pasa de todo” dijo El Chaer.
Comentan tanto policías municipales como nacionales que las zonas donde más se registran hechos delictivos son en las carreras 21, 22 y 23 que es donde se ubica Barquicenter, cadenas de comidas como Arturo’s, Pollo Sabroso y Burguer King. Fuentes policiales comentan que en esas cuadras hay muchos indigentes y personas que esperan que los restaurantes cierren para buscar comida en la basura, se registran riñas entre ellos o también roban a los transeúntes que van solos por ahí.
Las otras cuadras que si son “candela pura” son las de las carreras 36, 37, 38 y 39. Fernando Torrealba, propietario de una farmacia de la zona, expresó que existe una tendencia que los ha afectados a todo y la de los robos de la unidad exterior de los aires acondicionados donde se encuentran compresor, condensador y la bobina de expansión.
Otro factor que se presta para el caos es la cantidad de locales nocturnos que venden alcohol y la prostitución en las esquinas.
Detallan comerciantes que no quisieron revelar sus identidades que los negocios de venta de caña se prestan para que muchos visitantes con “malas mañas” cometan actos delictivos y el patrullaje policial se hace de forma constante.
“Pero solo para sacarle plata a los dueños de la ventas de cervezas o las protistutas, más no para resguardar los locales” expresó Juan Aznar un hombre que trabaja como mantenimiento en un abasto chino de la 38. Otro factor que hace que la 20 sea zona de peligro es el consumo de drogas.