Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- Las empresas en Venezuela se encuentran en «modo supervivencia», aplicando medidas radicales para mantenerse operativas. Según las cámaras económicas de Lara, el recorte de personal, la eliminación de turnos productivos, la migración al comercio electrónico y la sobrecarga de trabajo han sido acciones que han tenido que tomar en medio de la pandemia para seguir a flote, pero a costa de un precio muy alto como la reducción de sus activos.
Un informe publicado por la empresa de consultoría KPMG Venezuela el 21 de agosto, donde entrevistaron a 87 ejecutivos líderes del país en 12 sectores económicos, revela que con siete años consecutivos de recesión y la pérdida del 80% del Producto Interno Bruto (PIB), en la actualidad el 53% de los empresarios consultados están conscientes que la realidad económica es negativa, y un 60% cree que en los próximos 12 meses no habrá perspectivas económicas de cambio para sus empresas.
«La mayoría de los estudios financieros reflejan que la economía seguirá en saldo rojo. La contracción económica de este año podría rondar del 3 al 5%. Quizás en el 2023 podría haber un ligero repunte económico, pero esto dependerá de la voluntad política», indicó Eldi Montero, presidente de la Cámara de Comercio del estado Lara. Asegura que desde 2017 las empresas se han quedado sin el 70% de su personal calificado, primero por la migración masiva de venezolanos que han buscado mejores oportunidades de empleo en países de Latinoamérica, y segundo por los despidos que se han registrado desde marzo de 2020 tras las políticas aplicadas por el Gobierno y la paralización productiva por la pandemia.
«Las empresas se quedaron con el personal mínimo y esto lo han aplicado desde los grandes comercios que tenían más de 100 empleados, hasta pequeños y medianos negocios que antes tenían 20 trabajadores y ahora se quedaron con cinco. También han tenido que reducir sus ventas por la caída del consumo y para mantener un equilibrio con el personal que tienen activo, y la gran mayoría ha tenido que cambiar de mercado», apuntó.
Montero indica que una estrategia para enfrentar la crisis ha sido otorgarle a los pocos trabajadores que mantienen salarios hasta 20 veces más elevados que los que paga el sector público, o entregarles bonificaciones en dólares.
Grandes obstáculos
KPMG también informó que los empresarios deben enfrentar obstáculos que hacen imposible que la situación cambie, como las fallas en los servicios públicos que mortifican al 31% de los consultados. El 30% cree que su principal problema es el entorno macroeconómico y un 28% que es la inestabilidad política.
«A pesar de la tenacidad de los empresarios para mantenerse trabajando, hay cosas con las que no se pueden luchar, como las fallas en los servicios públicos. El Estado no nos da agua, pero tampoco permite que el sector privado pueda perforar pozos. Existen fallas con el combustible, pero no autorizan para que los empresarios importen combustible de países vecinos. Hemos tenido que migrar al comercio electrónico tras acatar un esquema de cuarentena 7+7 que afecta a las compañías no priorizadas, pero resulta que contamos con un servicio de internet deficiente, son trabas que impiden las mejoras», indicó Joel Segura, presidente de la Cámara de Industriales de Lara, sector que tiene una capacidad productiva de apenas 18%.
Según KPMG, el 39% de los ejecutivos consultados estiman que sus empresas podrían «retornar a la normalidad» en el 2023.
Fedecámaras confía en diálogo
Pablo Chirinos, presidente de Fedecámaras Lara, afirma que mientras los empresarios se mantengan en una mesa de negociación con el Gobierno hay expectativas que la situación económica mejore antes del 2023, porque pretenden alcanzar acuerdos en problemas como las fuentes de financiamiento.
«Los gremios están en comunicación con el Gobierno nacional para tratar de desentrabar todos los mecanismos que impiden el desarrollo de la propiedad privada, no quiere decir que estos acercamientos vayan a dar resultados en el corto plazo, pero hay que ser optimistas de que pueden ser el comienzo de una recuperación económica», apuntó.
Mencionó que es importante que exista garantía jurídica, donde se respete la propiedad privada para que vuelvan los inversionistas nacionales y extranjeros.
La tercera medida que esperan alcanzar a mediano plazo es la paz y el entendimiento político en la nación.