Osman Rojas D. | LA PRENSA de Lara.-& ;Con la venta de cambures, plátanos y chucherías sobreviven los trabajadores públicos que hacen vida en la Gobernación del estado Lara. Julio Marín, presidente del sindicato de trabajadores de la Gobernación, denunció este miércoles que, debido a la compleja situación económica que ha generado el confinamiento social en el país, muchos empleados están buscando un resuelve.
«Hoy en día vemos cómo nuestros trabajadores están en los mercados vendiendo frutas, chucherías, café o cigarros. Es lamentable lo que está pasando en estos momentos y más porque no se ve una pronta salida a esta situación», señala.
Marín comenta que hay cerca de 17 mil trabajadores en la Gobernación que han sido abandonados por el patrono. «A algunos les dieron una bolsa de comida, pero eso no alcanza para mucho. Necesitamos que la gobernadora tome cartas en el asunto porque hay muchos empleados pasando hambre», dijo.
El dirigente sindical señala que, aunque a los trabajadores no se les ha congelado el sueldo en ningún momento, lo que generan no les alcanza para comer un día entero. «Con 500 o 600 mil bolívares quincenales no se hace mucho. Es muy triste ver la situación en la que se encuentran los trabajadores», sentencia.
De acuerdo a lo denunciado por Marín la crisis económica podría generar una crisis sanitaria mucho mayor, pues estos trabajadores están rompiendo la cuarentena para ir a los mercados o avenidas a ver qué venden. «Los vemos con sus carritos vendiendo frutas y les preguntamos porqué están allí y nos dicen que tienen que salir a vender algo porque si no se mueren por coronavirus se van a morir de hambre», dice.
Además de vender cambures, café y chucherías en los mercados, muchos de estos empleados han optado por montar una bodeguita en su casa. Los que no tienen cómo invertir en la compra de mercancía se ponen a trabajar limpiando patios, botando basura o arreglando electrodomésticos.
Lo que más preocupa a los dirigentes sindicales es la postura silente de las autoridades regionales, pues nadie les ha dicho a los trabajadores cómo se les va a apoyar en esta cuarentena. «Se le pide a la gente que se quede en casa, pero sin comida es muy difícil», es una de las quejas que hacen desde el sindicato.
En los próximos días tanto el Sindicato de la Gobernación como un grupo de empleados públicos llevará un documento hasta el Palacio Municipal para pedir a las autoridades una especie de protección social, pues muchos están viviendo de la caridad de otros.
Aunque en la Gobernación no hay un sueldo estándar, los tabuladores indican que un empleado no gana más de 300 mil bolívares quincenal. Los profesionales como médicos y enfermeras tienen un salario de 250 mil y 700 mil bolívares respectivamente lo que se traduce en una mantequilla y un kilo de harina. «Con eso nadie vive», señala Marín a LA PRENSA.
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