Osman Rojas | LA PRENSA.- La vida de un paciente oncológico en Lara se apaga cada 72 horas. Dramático es el escenario al que están expuestos los enfermos en el estado y es que la falta de medicamentos de alto costo en los seguros sociales de la entidad ha incrementado en un 8 % la mortalidad de enfermos con cáncer en los últimos 12 meses.
Así lo asegura el epidemiólogo César Ribas, vocero del grupo médico Lara Entera por la Salud, quien considera que es necesario encender las alarmas de una crisis humanitaria.
“Los números que nosotros manejamos son una subcifra. La cantidad real de muertos sólo la conoce el Ministerio de Salud y no entiendo qué estamos esperando para accionar. Nuestros enfermos se están muriendo. Aquí no hay prevención y eso es algo muy grave”, dijo.
Las palabras de Ribas respaldan lo denunciado por el doctor Jorge Uribe, presidente de la Clínica de Mamas del Este, quien hace un par de semanas pidió al Ejecutivo regional tomar cartas en el asunto para bajar los números de morbilidad en el estado.
“El cáncer de mama sigue siendo el principal problema de salud público que hay que atacar”, dijo Uribe.
El especialista aseguró que los números de mortalidad aumentaron por el diagnóstico a destiempo de la enfermedad.
“Ahora mismo, una persona no tiene cómo pagar una biopsia o hacerse algún examen especializado. Lamentablemente, muchos casos son descubiertos cuando la enfermedad tiene un grado bastante avanzado”, explicó.
En Lara, el Servicio Desconcentrado de Oncología (SAO) puede realizar exámenes de forma gratuita, pero la limitación tecnológica, la falta de personal y la saturación de pacientes ata de manos a la institución.