Roselis de Leca | LA PRENSA.-Entre un 25 y 30 % ronda la morosidad en los colegios privados, según estimaciones de Erlinda de Hartliep, presidenta de la Asociación Larense de Educación.
La morosidad siempre ha existido, anteriormente por razones de confianza y descuido, pero en la actualidad se debe a problemas económicos propios de la situación del país”, expresó. A su juicio el presupuesto de los padres ahora está sujeto a prioridades, como la alimentación, salud y transporte.
A pesar que el retardo en la cancelación de las mensualidades ocasiona dificultadas para el pago de docentes, trabajadores administrativos, obreros y mantenimiento de las instalaciones, Hartliep afirma que se establecen acuerdos para brindarle la facilidad a los representantes, a quienes entienden no son morosos porque quieren y más bien son víctimas de la “coyuntura del país”. Acotó que en muchos de los casos los representantes se subsidian entre si para ayudarse.
Aunque se retrasen en los pagos, padres confiesan hacer el sacrificio para mantener niveles altos de educación y rendimiento para los menores. “Cada vez cuesta más, pero no nos pasa por la cabeza sacarlo de aquí, porque eso sería desmejorarle el nivel de exigencia y las condiciones; en instituciones públicas sabemos que falta el agua, los baños están dañados y pare de contar”, sentenció Yanixa Lorca, quien es representante de un estudiante del colegio Independencia.
Deserción de maestros
Una de las principales preocupaciones, tanto de directivos, como de padres es la fuga de talento; la docente Hartliep estima en un 30% la deserción de maestros en el estado Lara.
“Es una realidad, muchos se han ido para buscar mejoras, quienes se quedan lo hacen por vocación, porque no ganan prácticamente ni para venir a dar clases”, dijo Mayorli Valero, madre consultada quien mostró su preocupación porque su hijo tiene dos materias pendiente sin tener docente que la dicte.
Recibimos curriculums y también hemos llamado a profesores ya jubilados, para poder sustituir”, comenta Amanda López, directora del Colegio Rómulo Gallegos.
La deserción escolar tampoco escapa, en un 10% la estima López, tanto por salida del país como por la migración a instituciones públicas por los costos de matrícula.