VíctorA. Rodríguez | LA PRENSA DE LARA.- El Deportivo Lara hoy tendrá un partido donde enfrentará a dos rivales, el primero será el dueñ;o segundo lugar de la tabla de la Liga Futve, el Carabobo FC, y su segundo rival será su mismo ataque junto a la sequía goleadora que atraviesa actualmente.
Los dirigidos por Eder Mancilla desde hace varias fechas están urgidos de puntos y no están en el último lugar de la tabla porque hay dos equipos con peor actualidad que ellos: el Zulia que es penúltimo con 12 puntos y la UCV que es el colista con apenas nueve unidades. Sin embargo los marabinos tienen par de victorias en las últimas dos fechas y viene en ascenso.
El Lara ya lleva cinco encuentros sin poder ganar y acumula 313 minutos sin poder marcar gol, su último tanto fue obra del «morocho» Rubén Rojas ante el Aragua el pasado 28 de abril en el empate 1-1.
Por otro lado tienen tres enfrentamientos seguidos donde son locales y han salido con la derrota, de esta manera el Farid Richa se ha convertido en el comodín de la Liga Futve ya que la mayoría de los equipos que pasan por Barquisimeto se han ido con puntos a casa.
El Lara de local tiene solamente una victoria, dos empates y tres derrotas.
Números negativos
El Lara apenas ha marcado un total de ocho tantos en 13 encuentros del balompié nacional y es el segundo equipo que menos goles ha marcado, esto da una media de 0,61 goles por partido. La UCV tiene seis y es el que menos ha marcado gol.
De los 13 juegos que tiene el Deportivo Lara, más de la mitad se ha ido sin poder festejar por lo menos un gol, ya que siete de ellos no han conseguido la fórmula para perforar las redes rivales.
Además, en solamente una ocasión el equipo ha marcado tres tantos y fue ante el Deportivo La Guaira en Caracas el pasado 16 de abril, cuando los rojinegros ganaron 3-2. El resto de los partidos no han pasado de un gol en los 90 minutos.
La estadística dice que el Deportivo Lara marca un gol cada 146,25 minutos; es decir, poco más de un juego y medio para poder festejar un tanto en el torneo.
Es uno de los peores ataques de toda la primera división.
