Los científicos descubrieron un rinoceronte lanudo tan bien conservado en el permafrost ruso durante más de 32.000 años que su piel y pelaje aún están intactos. Este rinoceronte lanudo murió cuando tenía unos cuatro años y esa edad, combinada con su buen estado de conservación, permitió a los científicos aprender más sobre la especie ahora extinta.
“La gran, gran mayoría de los restos de animales de la Edad de Hielo son huesos y dientes sin carne ni piel ni nada parecido”, dijo a CNN Love Dalén, profesor de genómica evolutiva en la Universidad de Estocolmo que no participó en este estudio pero que ha estudiado los restos de otros animales encontrados preservados en el permafrost siberiano.
“Probablemente haya uno entre 10.000 o algo parecido en el que te encuentres con algo así (el rinoceronte). Dicho esto, hay muchas muestras que salen del permafrost cada año, por lo que parece que sucede casi todos los años”.
Los hallazgos de este estudio, que se detallan en un artículo publicado en la revista Doklady Earth Sciences, revelaron que el rinoceronte lanudo tenía una gran joroba de grasa en la espalda y que su pelaje cambiaba de color a medida que envejecía.
Cuando este rinoceronte lanudo vagaba por el este de Siberia hace más de 30.000 años, habría sido “uno de los herbívoros más grandes del ecosistema de la Edad de Hielo, solo superado por el mamut lanudo”, y pastaba en los pastizales de allí, dijo Dalén.
Este rinoceronte lanudo se preservó bien por el permafrost. Russian Academy of Sciences
Al igual que sus homólogos modernos, el rinoceronte lanudo tenía dos cuernos, pero uno de ellos era “un cuerno muy grande, con forma de cuchilla, lo cual es bastante único”, agregó, en comparación con los cuernos más redondos de un rinoceronte moderno.
Una vez que este rinoceronte lanudo murió, permaneció congelado en el permafrost hasta que un equipo de científicos rusos de instituciones de investigación en Yakutsk y Moscú lo descubrió en agosto de 2020 en las orillas del río Tirekhtyakh.
No precisan hallazgo del rinoceronte
El estudio no detalla exactamente cómo se encontraron los restos, pero en esa zona de Siberia, explicó Dalén, los rusos locales excavan túneles en el permafrost en busca de colmillos de mamut para vender. Como parte de un acuerdo con las autoridades locales de la región donde se encontró el rinoceronte lanudo, los cazadores de colmillos tienen que ponerse en contacto con los paleontólogos siempre que descubran algo de interés como este rinoceronte lanudo momificado, lo que significa que hay un flujo constante de especímenes bien conservados específicamente de esta zona.
Tras el descubrimiento del animal, los científicos lo descongelaron temporalmente antes de tomar muestras del pelaje, la piel y la joroba para realizar pruebas. Si bien el lado derecho del rinoceronte permaneció bien conservado en el permafrost, su lado izquierdo estaba tan deteriorado que los científicos concluyeron que fue devorado por depredadores. Sus órganos internos estaban expuestos y faltaban la mayor parte de sus intestinos, señaló el estudio.
En su espalda, los científicos observaron una joroba de hasta 13 centímetros que estaba llena de una masa grasa. Esta es una característica relativamente común entre los animales del Ártico, indicó Dalén, y ofrece una forma de almacenar energía para el invierno y convertir la energía de los alimentos en calor sin temblar como los humanos.
Al comparar este espécimen, que tenía un pelaje marrón claro y una capa inferior mucho más clara y suave, con otros de diferentes edades, los investigadores concluyeron que los rinocerontes lanudos jóvenes tenían un pelo claro, incluso rubio, que luego se volvía más oscuro y áspero a medida que alcanzaban la madurez.
Especímenes como este son importantes para futuras investigaciones, señaló Dalén, ya que hay tipos de pruebas genéticas que solo se pueden realizar en tejidos en lugar de en huesos.