María Betania Jordán | LA PRENSA DE LARA.- Al llegar al sector I de Macías Mujica, lo primero que se puede notar es el agua de las cloacas que recorren 200 metros, aproximadamente. Vecinos se quejan de la contaminación en la que están inmersos y el mal olor que no los deja ni comer.
Desde hace tres meses, los vecinos están pasando dolores de cabeza por el desborde de aguas negras, afectando a 38 familias del sector I y 63 de una invasión que está en la cancha de la Macías Mujica. Además del mal olor y el agua empozada frente a las casas, vecinos atribuyen que la contaminación es tanta que a los niños y a los adultos les causa desde erupciones y sarpullido en la piel, hasta vómito y dolor de estómago.
Raúl García, miembro y dirigente de la comunidad, dijo que a pesar que han ido a denunciar con fotos y videos a Hidrolara, hasta el momento no les han prestado atención. «Sólo vinieron una vez y se fueron». Vecinos se quejan porque los días que llega el agua por tubería el colapso es peor y cuando llueve no se puede ni tener las puertas ni ventanas abiertas, porque el olor es putrefacto.
«Si no nos mata el covid lo harán las infecciones y el dengue», soltó Paula Arias, quien es una de las afectadas y añadió que ya están cansados del mal olor porque el agua siempre está empozada, lo que se traduce a que se incremente la contaminación en la zona.
Los vecinos le hacen un llamado a Hidrolara y a la Gobernación de Lara «porque hasta el hambre se le quita a uno», dijo Domingo Mejías, quien vive al frente del colapso.
En otro de los sectores de la Macías Mujica, también tienen un desborde de cloacas y les pidieron colaboración para sustituir 80 metros de tubería que tiene una filtración.
Vertedero
Los vecinos de la Macías Mujica denuncian que no solamente están inmersos en la contaminación por el desborde de aguas negras, sino que a eso también se le suma un vertedero improvisado que se formó en plena avenida principal del sector I.
Las personas bien sea de la comunidad o de otros sectores se han encargado de tirar la basura en plena calle, sumado al monte que hay en el sitio. El camión del aseo pasa una vez a la cuaresma y se van creando cerros de basura y atrae aún más las moscas, por lo que también le hacen un llamado a la alcaldía para que los atienda.