María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA.- Las ventas han bajado hasta en un 50%. Cafeceros se las han tenido que ingeniar para seguir llevando el pan de cada día a sus hogares, a pesar que las ventas no son como años atrás; algunos han incluido desde chucherías y chimó hasta pan y tapabocas para tener más ingresos.
«Café, cafecito, café», es la frase que más se oye en las mañanas en el centro y zonas como el hospital, aunque algunos cafeceros se instalan en sitios estratégicos, hay otros hacen su recorrido para poder vender. Algunos agregan que de seis termos que podían vender hace unos diez años, que equivale a un litro cada uno, hoy si venden dos o tres es mucho.
«Las ventas están fuertes, yo tengo trabajando desde hace 16 años con café y podía vender seis termos, pero ya no es así», dijo José Benítez, quien está ubicado hoy día en las adyacencias de la plaza La Mora.
Hay otros que se mantienen del timbo al tambo para poder vender, otros se paran en los semáforos o en las esquinas de las calles del centro para atraer los clientes. Ellos aseguran que a las 5:00 am ya tienen montada la olla para el café y a las 6:00 am salen a venderlo.
José Suárez aseguró que ya tiene 28 años en el oficio, en ese entonces podía vender cuatro termos diarios, pero hoy vende uno y hay días donde está movido puede vender hasta dos, con lo cual le sirve para comer, asegurando que sabe que tiene sus Bs. 20 seguros todos los días. Explica que está ubicado en la Pedro León Torres con 54 y usa una barba negra, tipo máscara y así es reconocido por todos sus clientes.
El precio de los vasos con café varía según el tamaño, por ejemplo, el más pequeño puede salir en Bs. 0.50, mientras que el mediano de Bs. 1.5 a Bs. 2, el grande se puede ubicar hasta en Bs. 4. Todos esos precios son de café negro, pues los vendedores agregan que comprar leche es incrementar el precio y tendrían menos ventas, por lo costoso.
Alternativas
Quienes venden café han recurrido a ofrecer otras cosas a sus clientes para tener otros ingresos. Por ejemplo, quien tiene su tarantín en las calles ofrece chucherías, cigarros, galletas, catalinas y otras cosas.
«Hay que tener, porque si no se vende algo se vende lo otro», dijo Alexander Castañeda, quien tiene una mesa con el termo de café y algunas chucherías, en las adyacencias de la plaza Bolívar.
Algunos aseguran que venden empanadas o arepas acompañadas con café y así atraer a clientes en los desayunos, esos combos salen en Bs. 5.