El vehículo explorador Perseverance de la NASA logró un hallazgo revolucionario en Marte: encontrar una muestra de roca que podría contener evidencia de vida microbiana antigua. Esta es llamada Sapphire Canyon y contiene posibles «biofirmas», fue recolectada el año pasado en el antiguo lecho de un río seco en el cráter Jezero, siendo extraída de una roca conocida como Cheyava Falls, según un artículo publicado este miércoles 10 de septiembre en la revista Nature.
Una biofirma potencial es una sustancia que podría tener un origen biológico, pero requiere de más estudios para confirmar si la vida estuvo presente. Sean Duffy, administrador interino de la NASA, describió el hallazgo como «lo más cerca que hemos estado de descubrir vida en Marte», destacando que esto mejorará la comprensión del planeta rojo.


El Perseverance descubrió la roca Cheyava Falls en julio de 2024, mientras exploraba la formación de una zona de afloramientos rocosos en el antiguo valle fluvial de Neretva Vallis. Los instrumentos del rover encontraron que estas rocas sedimentarias, compuestas de arcilla y limo, son excelentes conservantes de vida microbiana en la Tierra. Además, son ricas en carbono orgánico, azufre, hierro oxidado y fósforo, una combinación de compuestos que podría haber servido como fuente de energía para metabolismos microbianos.
¿Dónde está+a la posible presencia de vida en este descubrimiento de la NASA?
El científico de la misión, Joel Hurowitz, quien es el autor principal del artículo, explicó que la combinación de estas firmas químicas es convincente, pero no concluyente, pues se necesitaron análisis más profundos. Los instrumentos del rover detectaron manchas de colores en la roca Cheyava Falls, que podrían haber sido dejadas por vida microbiana, si esta hubiera utilizado los componentes de la roca como fuente de energía.
En imágenes de alta resolución, los instrumentos identificaron un patrón distintivo que el equipo apodó «manchas de leopardo», con la presencia de vivianita y greigita. En la Tierra, la vivianita se encuentra a menudo en sedimentos y cerca de materia orgánica en descomposición, mientras que algunas formas de vida microbiana pueden producir greigita.


La combinación de estos minerales, que se formaron por reacciones de transferencia de electrones, es una posible señal de vida microbiana. Sin embargo, los científicos reconocen que estos minerales también pueden formarse sin la presencia de vida, aunque las rocas no muestran evidencia de las condiciones necesarias para su formación abiótica.