Ejército de Nepal ha impuesto un toque de queda nacional hasta el jueves 11 de septiembre, a raíz de las masivas protestas antigubernamentales que culminaron con la dimisión del primer ministro y su gabinete. Esta acción militar busca contener los disturbios que han sacudido al país.
El estallido de la revuelta se originó a principios de esta semana, provocado por una prohibición del gobierno a redes sociales extranjeras, entre ellas Facebook, Instagram y YouTube. A pesar de que la restricción fue retirada con rapidez, la ira social ya se había generalizado, alimentada por un profundo descontento popular. Esto dio paso a manifestaciones pacíficas que, en poco tiempo, se volvieron violentas y descontroladas.
El caos se propagó rápidamente por la capital, Katmandú, y otras urbes importantes. Las protestas se dirigieron no solo a edificaciones gubernamentales de alto perfil, como el Parlamento y la Corte Suprema, sino que también atacaron las residencias de influyentes líderes políticos. Las imágenes captadas por un dron mostraron el Hotel Hilton totalmente calcinado, lo que simboliza la magnitud de la destrucción.
Entre las propiedades afectadas por los manifestantes se encontraban las residencias del ex primer ministro KP Sharma Oli, cuya casa en Balkot fue incendiada. Otros líderes políticos, como Sher Bahadur Deuba, el presidente Ram Chandra Poudel, el ministro del Interior Ramesh Lekhak y el líder del Partido Comunista Pushpa Kamal Dahal, también sufrieron ataques a sus viviendas. Además, una escuela privada perteneciente a la actual ministra de Relaciones Exteriores, Arzu Deuba Rana, fue objeto de vandalismo e incendio.


Primer ministro de Nepal dimite de su cargo
El punto culminante de la crisis se alcanzó el martes 9 de septiembre, cuando el primer ministro Khadga Prasad Oli, en el cargo desde 2024, presentó su renuncia. En un comunicado, Oli manifestó que su decisión tenía como objetivo «facilitar una solución política» y resolver la «situación extraordinaria» que se vivía en el país. En las 24 horas previas, otros cuatro ministros, incluyendo el del Interior, también habían dimitido.
Ejército de Nepal sobre toque de queda
Las fuerzas armadas nepalíes justificaron el toque de queda como una medida “necesaria para salvaguardar la paz y la seguridad” frente a los persistentes actos de vandalismo, incendios y saqueos. Las autoridades han emitido una clara advertencia: cualquier acción violenta será tratada como un delito penal y será enfrentada con la fuerza, mientras Nepal lucha por restablecer la calma tras una de las peores crisis sociales y políticas de su historia.