EFE | LA PRENSA.- Líderes mundiales comenzaron este lunes 19 de septiembre en las Naciones Unidas una cumbre para abordar la crisis de los refugiados y la situación de los migrantes, una cita que abre la semana de reuniones de alto nivel de la ONU.
“Estamos siendo testigos de la peor crisis humanitaria y de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial”, recordó en la apertura de la reunión el presidente de la Asamblea General, Peter Thomson, que defendió que la comunidad internacional no puede fallar a esas personas que huyen de la guerra y la violencia.
Casi un centenar de jefes de Estado y de Gobierno intervendrán a lo largo del día en el marco de esta cumbre, a cuyo inicio los 193 países miembros de la ONU adoptaron una declaración comprometiéndose con la protección de refugiados y migrantes.
El texto, aprobado por aclamación, fue negociado durante meses por los Gobiernos y ha sido criticado por muchas organizaciones no gubernamentales, que lo consideran falto de ambición y de acciones concretas.
La llamada Declaración de Nueva York reitera muchos de los compromisos internacionales ya existentes, promete apoyo a los países más afectados por la crisis de los refugiados y sienta algunas de las bases sobre las que se negociarán en los próximos años sendos pactos globales sobre refugiados y migrantes.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, defendió hoy que el documento une a todo el mundo alrededor de unos “compromisos colectivos” que incluyen la defensa de los derechos humanos de todos los refugiados y migrantes sin importar su estatus.
En el texto final, de 22 páginas y que no es legalmente vinculante, los países prometen que protegerán “totalmente” los derechos humanos “de todos los refugiados y migrantes, sin importar su estatus” y que respetarán las normas internacionales vigentes en ese ámbito.