José Miguel Najul | LA PRENSA.- El incremento del valor de la Unidad Tributaria (UT) de 177 a 300 bolívares impacta directamente en las arcas de los organismos públicos. Con este aumento, son tres tandas de recursos que van abultando el déficit presupuestario total de entes como las gobernaciones y las alcaldías, en especial aquellas ligadas a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Erick Valles, secretario regional de Gobierno de Lara, apunta que las carencias se han venido gestado desde finales del 2016, cuando el Gobierno discriminó a los organismos en manos de la oposición, dejando de enviar recursos del Fondo de Compensación Interterritorial; en enero, la brecha se acentuó con el anuncio del incremento de salario mínimo, y ahora vuelve a crecer con el aumento de los cestatickets, que pasan de 63 mil 700 a 108 mil bolívares.
En el caso del Ejecutivo regional estiman un déficit que se alza hasta los 25 mil millones de bolívares, alimentado por todos estos conceptos que deben cancelar a unos 35 mil trabajadores tanto de la Gobernación como del resto de sus dependencias.
“Es una situación compleja, en la que el Gobierno nacional sigue insistiendo. Cada vez tenemos menos margen y estos incrementos unilaterales afectan la capacidad de inversión”, expresa Valles.
Por su parte el alcalde de Palavecino, José Barreras, comenta que en su caso, el déficit es de, aproximadamente, unos mil 500 millones de bolívares, para sus 400 empleados. Barreras apunta que la gestión se erosiona, no sólo por el incremento directo que deben cancelar los entes públicos, sino por los conflictos laborales que hay en las empresas privadas que proveen insumos y que ejecutan los trabajos.
“Hasta el momento, no hemos empezado a ejecutar las obras de asfaltado, y ya el presupuesto lo tenemos reducido a la mitad”, dice.

