Cristina Linárez | LA PRENSA.- Luis Reyes Reyes y el general de división José Torrealba, comandante de la ZODI-Lara, destacaron que el caso de Manuel Sosa lo dejan en manos del Ministerio Público que lleva las investigaciones y aseguraron que la Guardia Nacional no usa armas letales.
Ambas declaraciones se dan luego del asesinato del joven ocurrido en Valle Hondo durante una protesta y cuya responsabilidad fue otorgada a funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana por la madre de la víctima.
“Nosotros eso lo dejamos en manos del Ministerio Público, que es al que le toca investigar, y al órgano de seguridad que este escoja como elemento auxiliar para la investigación, ahí no podemos adelantar nada”, expresó Reyes Reyes al ser consultado sobre la acusación que hizo la mamá de Manuel.
El otrora gobernador de Lara recalcó que la GNB se encarga es del control del orden público durante las manifestaciones, todo para garantizar la paz de los ciudadanos tanto en el estado como a nivel nacional.
Por su parte, Torrealba reiteró que “la Fuerza Armada Nacional no emplea armas letales sino instrumentos para el control del orden público”.
Maritza Aponte, madre del Manuel Sosa, el joven que fue asesinado, llena de dolor, culpó a los guardias nacionales de matar a su hijo en la manifestación con un arma de fuego.
“Agradecería que vengan por mí, y quítenme la vida, porque ya me la quitaron” fueron las paabras de la madre, tras asegurar que su hijo deja un vacío en su vida.
Además expresó su apoyo incondicional a todos los que protestan y los invitó a no a abandonar la calle “hasta lo último”. Agregó que ahora más que nunca la gente debe seguir en la calle y asegura no estar de acuerdo con los “sumisos” que no salen a defender sus derechos.
Resaltó que en lo que ahora se ha convertido el país es en una guerra desigual, porque asegura que con las acciones de la Guardia Nacional Bolivariana, “ahora son balas, en contra de molotov y piedras”, precisó.
El joven recibió un disparo en la región torácica y cuatro horas, tras ser operado al Centro Quirúrgico Los Leones, murió. Manuel era conocido como “Manu”, tenía 33 años de edad, y fue considerado como un excelente jugador de fútbol y líder en las protestas desde el año 2014, cuando factores del sector opositor convocaron a “la salida del Gobierno”.
Manu tenía un hijo de 5 años de edad, y sus amigos y familiares lo definen como un padre ejemplar, que no merecía morir por que sólo estaba buscando un país mejor.