Euseglimar González | LA PRENSA.- “Un millón de bolívares o te involucramos en un procedimiento penal”. Frase que retumbó en el oído de Alexis (nombre ficticio), era un funcionario policial que lo estaba extorsionando para no “sembrarlo”. Con un manojo de nervios colgó la llamada y no sabía qué hacer.
A Alexis lo aconsejaron y le dijeron que denunciara, que no se quedara callado. Denunció en la mañana y ya en la tarde el extorsionador ya estaba tras las rejas. El hombre, un polimunicipal, cargaba estampado su carnet que lo acreditaba como funcionario. La historia de Alexis es similar a los más de 30 casos de corrupción que han ocurrido en Lara.
Elvis José Morillo Mendoza (33) oficial de la Polimunicipal resultó detenido el martes a las 6:00 de la tarde en la avenida Carlos Giffoni por estar involucrado en una presunta extorsión. El Conas le incautó como evidencias un celular; una pistola marca Beretta modelo 92F, al parecer es su arma de reglamento; cinco cartuchos sin percutir; un carnet que lo identificaba como funcionario; 46 mil bolívares.
Cuatro cuerpos de seguridad del estado han quedado involucrados por delitos de extorsión, robo, homicidios y complicidad dentro de los calabozos. Los funcionarios que han caído detenidos se hacen valer de un uniforme y se presentan con chapa y carnet para delinquir.
Un polimunicipal fue señalado de extorsión cuando presuntamente le pedía 1 millón de bolívares a Alexis* para no involucrarlo en un delito. Esta vez la víctima no cedió ante él y decidió denunciar ante el Conas, pero otros prefieren callar y no denunciar por miedo a que por portar un uniforme abuse del poder.
El “Mon” pasó de usar pantalón azul oscuro y camisa azul con el logo de Polilara a ser un malandro. Aseguran que hasta una banda delictiva formó en su natal pueblo de Guadalupe, municipio Jiménez.
José Ramón Aranguren, el “Mon” perteneció a las filas de Polilara hasta el año 2000, cuando fue expulsado por el delito de hurto. Estaba adscrito a la comisaria de La Paz, una fuente policial contó que él participó en la incautación de un container cargado de artefactos eléctricos que había sido robado por una banda “piratas de carretera”. En ese procedimiento lograron detener a cinco delincuentes. Relatan que cuando el Ministerio Público se dirigió hasta la comisaría para revisar lo incautado, uno de los malandros dijo que en el container faltaba mercancía.
Tras una investigación de la Fiscalía determinaron que el “Mon” junto a otro policía presuntamente estaban involucrados con el hurto. Desde ese momento fue expulsado. Tras quedar fuera de Polilara el hombre se “aprovechó” de sus prácticas policiales y comenzó a delinquir. El exfuncionario estuvo involucrado en delitos de robos y secuestro. Nueve años después y a penas teniendo ocho meses de haber salido de la cárcel fue señalado junto a tres policías por el delito de secuestro en grado de cooperador.
Año tras año el “Mon” se convertía en una amenaza para Quíbor, así lo aseguraban funcionarios policiales de Jiménez. Detallan que el hombre llegó a formar su banda delictiva y él era el líder. La banda operaba en Guadalupe, un caserío de Quíbor. En mayo de 2017 fue asesinado de 10 balazos.
La corrupción en los cuerpos de seguridad sigue latente. Muchos de los policías se hacen valer de una credencial para amedrentar a sus víctimas y los obligan a que les paguen.
—¿Qué lleva al funcionario a delinquir?— es lo primero que se preguntan las autoridades de seguridad cuando comienzan a investigar el hecho de corrupción
—Ya es un vicio. Caen en la tentación porque pueden que ganen más de lo que se ganan al mes de su suelo. Pero es una excusa para caer en la corrupción. Debemos tener mejor formación desde la Universidad Nacional Experimental de Seguridad—, suelta un funcionario policial.
En el Comando General de Polilara hay un calabozo que es exclusivo para los “Polipresos”. De allí un funcionario sacó a un expolicía para llevarlo al juego de Guaros de Lara en el Domo Bolivariano. Tras la fuga del “polipreso” fueron detenidos ocho policías activos.
En lo que va de año en Lara han sido detenido 38 funcionarios adscritos a la Policía Nacional Bolivariana, Polilara, Cicpc, Policía Municipal de Iribarren (PMI) y del Comando Nacional de Antiextorsión y Secuestro (Conas). En una semana cayeron 15 funcionarios por estar presuntamente involucrados en delitos de extorsión y complicidad dentro de los calabozos.