Euseglimar González | LA PRENSA de Lara.- Rafael Alfonso Terán Padua, de 74 años, murió luego de, presuntamente, ser víctima de un hurto dentro de su casa. El cuerpo estaba en una perezosa con las manos y pies atadas y el rostro tapado con una almohada, fue su hijo quien lo halló muerto y en estado de descomposición.
Las causas de la muerte de Rafael aún se encuentra bajo investigación de las autoridades debido a que el viernes en la mañana le practicaron la autopsia y aparentemente el hombre no tenía signos de violencia, sin embargo, a la altura del cuello el anciano tenía unas marcas.
La familia de Rafael presume que los asesinos hayan sido una mujer y un hombre, que iban constantemente a la vivienda, lo ayudaban con las cosas del hogar y aprovechaban para cocinar, pues Rafael les abrió las puertas de su casa porque ellos fueron recomendados por un amigo.
«El amigo de mi papá le dijo que ellos no tenían cómo cocinar y desde ese momento comenzaron a ir para la casa. Cuando yo llegaba a visitar a mi papá ellos se iban», comentó el hijo de la víctima.
A Rafael no solamente le quitaron la vida, sino que también hurtaron de la vivienda una cocina eléctrica y bomba de agua, además el celular y la tarjeta de débito y señalaron que la mujer se sabía la clave secreta, pues ella le hacía los mandados. Detallaron que los funcionarios tienen en cuenta todo lo que hicieron y se llevaron, pues dentro de la casa había «regueras» de documentos y herramientas.
La pareja sentimental tiene entre 20 y 22 años, además de un niña de más de seis meses. El familiar contó que los funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc visitaron la casa, en donde aparentemente, vivía la pareja, pero no encontraron a nadie.
Los hijos del señor Rafael Terán contaron que la ultima vez que lo vieron con vida fue el miércoles a las 4:00 de la tarde y no fue sino hasta el siguiente día en la mañana que el hijo lo halló muerto. Recordó que cuando llegó a la vivienda estaban las puertas de adelante y la del patio cerradas, y aunque se cansó de llamar a su padre él no le respondió.
«Le pedí al vecino que me diera permiso para poder entrar por la parte de atrás, algo me decía que mi papá no estaba bien. Cuando entré vi por la ventana que el bastón estaba guindado y supe que él estaba allí, apenas moví la cortina vi a mi papá muerto», recuerda el hijo del señor.
Rafael tenía alrededor de 24 horas muerto, pero ya se encontraba en estado de descomposición. Las uñas de una de sus manos estaban moradas, esto debido a que fue maniatado, según contó una fuente policial. El cuerpo fue llevado hasta la morguecita del Cementerio Municipal, de la avenida Florencio Jiménez y fue sepultado el viernes en la tarde.
La familia de Rafael espera que el Cicpc indague sobre el caso y dé con los presuntos responsables.