Anaís Mendoza | LA PRENSA.- “A mi hija la dejaron morir”, eran las palabras de Rubisay Ramírez madre de una niña de un año que murió por una supuesta mala práxis médica.
En medio del dolor, la rabia y la ira, los familiares de la pequeña denunciaron a través de este medio que desde hace seis días la menor ingresó al Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga.
Detalla una tía de la menor que la niña, ingresó por un problema en sus intestinos. A la niña los intestinos se le unieron y por eso tuvieron que operarla de emergencia el pasado jueves 8 de diciembre y en esa intervención le cortaron 65 centímetros de intestinos.
Luego de la operación a mi hija no le hicieron el curetaje y se contaminó, nosotros corríamos detrás de un médico prácticamente le suplicábamos para que la atendiera”, explicó la madre de la menor.
La tía relata que desde el jueves habían conseguido los medicamentos que le habían pedido para controlarle la infección, pero que ningún médico se la colocaba, por lo que la condición de la pequeña empeoró y el viernes fue pasada a la Unidad de Cuidados Intensivos, donde comenzaron a atenderla un poco mejor que en el área de cirugía. Los parientes detallan que varios doctores evaluaron a la pequeña, y cada uno la revisaba, pero ellos les informaban que la menor estaba bien.
Indicaron que la niña seguía empeorando. “Ella esta bien, estén tranquilos”, decían los médicos. El domingo la menor pasó el día en la UCI, pero murió a las 9:30 a causa de una neumonía porque según ellos no le colocaron los antibióticos.