Anaís Mendoza | LA PRENSA.- “No robarás”, es el séptimo mandamiento que Dios ordena en las santas escrituras. Pero a los delincuentes la frase no parecer importarles, y cuyos actos delictivos en ocasiones les ha costado la vida.
Desde enero hasta hoy han sido abatidos cuatro delincuentes durante robos. Estos hampones no contaron que las víctimas a quienes sometían resultaron ser funcionarios policiales.
Así le pasó a un delincuente que le robó un vehículo a un policía estadal. Robinson Enrique Mendoza Vargas alias “Niño” Guerrero (22), fue abatido el 19 de enero en Valle Verde.
Robinson junto a una chama de 15 años y tres hombres se montaron en un “rapidito” en el barrio La Paz. En el trayecto apuntaron al chofer y lo obligaron a conducir hasta la Circunvalación donde lo dejaron amarrado. El chofer resultó ser un policía estadal que en sus días libres trabaja como taxista. Luego de que el polilara logró desamarrarse buscó ayuda de sus compañeros y a través del GPS del carro, lograron ubicarlo en una casa en Valle Verde.
Al llegar, el “Niño” Guerrero se percató de los funcionarios, sacó un arma de fuego y se enfrentó, pero fue abatido.
Por un teléfono
Precisar el Samsung J7 de un funcionario del Cicpc lo llevó a la muerte. La noche del 16 de febrero Anthony José Meléndez Pire le robó el celular a un funcionario del Cicpc, que se encontraba en una parada que está muy cerca de la Universidad Yacambú en La Mora. Anthony junto a otro hampón lo abordaron y le pidieron el teléfono. Tras entregarlo uno de los malandros comenzó a registrarlo y se percató que el Cicpc estaba armado y comenzó forcejar con él. El detective logró sacar su arma y se desató una balacera que le costó la vida al hampón.
José Rafael Guédez Peña (45) y Mauro Antonio Mendoza (37), se engrasaron cuando en el atraco le quitaron el celular a un detective del Cicpc subdelegación San Juan, que estaba en un local de la carrera 24 con calle 21 el pasado viernes. El “petejota” dejó que se fueran, pero al salir le dio la voz de alto y en ese momento los delincuente comenzaron a disparar y José resultó herido, pero cuando llegó al Hospital dijo que lo habían herido para robarlo, murió 12 horas después.
Con la misma mala suerte corrió Néstor José Montes Cuello (18) cuando el sábado le intentó robar el celular a un Cicpc en San José. El “petejota” sacó su arma para evitar ser atracado, el hampón hizo lo mismo se formó un tiroteo en el que Montes resultó muerto.