Jennifer Orozco | LA PRENSA.- Una noche de angustia y desesperación tuvo un desenlace fatal. Angelber Javier Moreno Pérez (19), aspirante de la UNES, fue hallado muerto después de que unos choros trataran de robarle la camioneta a él y a su primo. Deimerson Suárez (23) primo de la víctima, recibió un disparo en el hombro y está fuera de peligro.
Según la tía, ambos chamos y otro amigo salieron en la camioneta Ford 150 color blanco año 88, propiedad de Deimerson. Primero llevaron al amigo hasta El Obelisco y luego los primos se fueron a Mercabar para comprar una mercancía. En el Mayorista no los dejaron pasar, así que se regresaron. Estando en el semáforo, a las 5:30 de la tarde del lunes, les llegaron dos motorizados, encapuchados y vestidos de negro.
“Dame la camioneta” escuchó Deimerson, mientras el otro tipo les apuntaba. El parrillero bajó a los chamos, los hizo subirse al asiento de atrás y los llevo escolta
dos por su compañero hasta Pavia. Deimerson sólo recuerda que en Pavia los metieron hasta un monte e hicieron que se acostaran bocabajo. Pero el chamo logró correr y escaparse de los choros.
En la huida recibió un tiro en el hombro, pero logró montarse en su camioneta de nuevo y rodar hasta el sector 5 de Julio donde residen los chamos. Mientras tanto, Angelber quedó secuestrado por los hampones. Deimerson, herido y estupefacto, le contó lo sucedido a sus otros primos y su papá lo auxilió llevándolo al Hospital Central, donde quedó recluido.
Los otros primos y primas de Angelber se fueron hasta Pavia a las 7:00 de la noche y comenzaron a buscar por sus propios medios. A las 9:00 de la noche se les unieron funcionarios policiales, pero hasta las 5:00 de la mañana no encontraron ni un rastro. A las 6:00 de la mañana, uno de los primos recibió una sugerencia de que a lo mejor en el Servicio de Emergencias 911 pudieran tener información de algún desaparecido hallado. Tras llamar, solamente tenían el reporte de un muchacho fallecido en Lagunita El Roble, sector de Villa Productiva, al oeste de Barquisimeto.
Los familiares viajaron hasta ese lugar y vieron la macabra sorpresa. Allí estaba el cuerpo de Angelber, con un gran charco de sangre debajo de su cabeza y las manos hacia atrás, amarradas con las trenzas de sus propios zapatos. Tenía dos impactos de bala en la parte trasera de su cabeza. Vecinos indican que los dos disparos sonaron a eso de las 11:00 de la noche, pero nadie se atrevía a salir, así que el cuerpo lo vieron la mañana de ayer.